Era el miércoles 22 de junio de 2016 y Vladimir, junto a 239 jóvenes más, cumplía uno de los objetivos más importantes de su vida: Graduarse de la promoción número 114 de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). Vladimir dejaría de ser el joven tímido del cantón El Durazno de San Pedro Puxtla en Ahuachapán para convertirse en agente policial.
Días más tarde, frente al cuartel central de la Policía Nacional Civil (PNC) Vladimir tomó su juramento y se convirtió oficialmente en el agente González con orden numérico institucional (ONI) 33776. El joven que apenas había cumplido 22 años de edad fue destacado en la Policía Rural del departamento de Sonsonate.
El agente González nunca se destacó por su trabajo contra la delincuencia, al menos sus 21 meses de servicio así lo indican. El joven escuálido y de lento caminar por los cantones y zonas rurales de Sonsonate era un elemento de bajo desempeño, según fuentes consultadas por Diario 1.
Tras cumplir sus 24 años, en marzo pasado, Vladimir Alexander González desapareció. Durante sus días de licencia Alexander no llegó a su vivienda. Su familia alertó a los superiores y luego la Policía montó un operativo en la zona para determinar el paradero de su compañero.
Días antes de desaparecer, el agente González había advertido sobre el incremento de estructuras delincuenciales en su lugar de residencia, razón por la que solicitó portar su arma de equipo en sus días libres. El permiso fue concedido. No obstante, el agente igual desapareció.
“Por cómo está la situación pensamos lo peor. Pensamos que lo íbamos a encontrar muerto o enterrado”, indicó un oficial consultado.
La Policía montó trabajo de inteligencia en la zona. Este equipo determinó que el agente no había sido víctima de la delincuencia, sino que había desertado.
Los investigadores señalaron que el Vladimir González, quien fue acusado de deserción y destituido por abandono de labores, había ingresado a la clica Miramares Locos Salvatruchos (MLS), que operan en San Pedro Puxtla, en Ahuachapán.
“En el pecho tiene tatuajes alusivos a la pandilla y el nivel dentro de la estructura es homeboy”, indica una fuente policial.
Vladimir dejó el uniforme para formar un grupo armado del que la Policía ha recibido varias denuncias: “Es un grupo armado que anda entre Sonsonate y Ahuachapán, ya se tienen ubicados quiénes son”, señala la fuente.
Vladimir pasó de formar parte de un destacamento policial y estar supuestamente desaparecido, a ser perseguido por sus excompañeros.