Un psicólogo del Instituto de Medicina Legal que participó en la red de corrupción montada por Enrique Rais, confesó que fabricó pruebas para favorecer al exempresario.
De acuerdo con La Prensa Gráfica, el forense aceptó confesar su participación en la infamia creada por Enrique Rais a cambio de beneficios judiciales.
El empleado de Medicina Legal aseguró que alteró peritajes que favorecieron a Enrique Rais en los procesos judiciales que este mantenía con sus adversarios.
Uno de los casos fue el pleito legal contra Claudia Herrera, esposa de su exabogado Mario Calderón, quien fue acusada con falsas pruebas por el delito de amenazas agravadas.
Para hundir a Herrera, Enrique Rais alegó que la esposa de su exabogado lo había amenazado mientras conducía su automóvil en una calle de San Salvador.
Pero todo eso fue falso. Así se comprobó muchos meses después en una audiencia judicial. Sin embargo, a finales del 2014, la mujer fue capturada y acusada por el delito de amenazas agravadas. Estuvo más de un año en prisión. Para ello, Rais fabricó pruebas y uno sus cómplices fue el psicólogo de Medicina Legal.
El forense relató que en septiembre de 2014 contactó a Francisco Grimaldi Membreño, uno de los abogados de Enrique Rais, y le pidió que le prestara 100 dólares. Horas después se encontraron en un restaurante ubicado en el bulevar Los Héroes, en San Salvador. En ese lugar el abogado le advirtió que pronto le llegaría un oficio de la Fiscalía.
En el oficio, la Fiscalía pedía la elaboración de un peritaje a Enrique Rais para saber si este había sufrido daños psicológicos a raíz de las supuestas amenazas que Herrara había hecho contra él.
Enrique Rais había pedido un millón de dólares, porque, a su criterio, las amenazas le habían causado un daño valorado en esa cantidad de dinero.
Para derrotar a Herrera, Enrique Rais contaba con al fiscal general Luis Martínez, el juez Romero Aurora Giammattei y el forense de Medicina Legal. A todos los tenía comprados.
Las escuchas telefónicas que la Fiscalía hizo contra la estructura de Rais, demostró que para probar que las supuestas amenazas contra Enrique Rais le habían causado un daño valorado en un millón de dólares, el grupo de colaboradores del empresario pagó $5 mil al perito de Medicina Legal. Este realizó un extraño peritaje sicológico al gusto y ancho de Rais.
Sin embargo, en sus declaraciones a la Fiscalía, el forense les dijo que únicamente recibió $1500 de parte de los abogados.
El historial delictivo de Rais
Enrique Rais se encuentra prófugo de la justicia desde más de un año. Es acusado por delitos de corrupción: comprar jueces, fiscales y otros empleados públicos para dirigir acciones jurídicas a su favor y para atacar a sus adversarios.
Rais ha mantenido un largo pleito jurídico con los empresarios canadienses Matteo Pasquale y Franco Pacetti por la empresa MIDES SEM SA de CV. En su momento fueron socios. Pero luego se distanciaron y comenzaron una serie de demandas judiciales. Diario 1 publicó que Rais se apoderó de MIDES a través de un fraude.
Entre 2013 y 2014, Rais buscó aliados para ejecutar sus planes contra sus enemigos. Uno de ellos fue el entonces fiscal general Luis Martínez. También el fiscal Julio Arriaza, el juez Romeo Aurora Giammattei y peritos de Medicina Legal. Además contrató un equipo de abogados entre los que estaba Luis Peña, Ernesto Gutiérrez y su sobrino Hugo Blanco Rais.
Todos ellos comenzaron a fabricar pruebas contra los canadienses y contra Mario Calderón (a quien acusaba de traición) y su esposa Claudia Herrera. Fue entonces que las acusaciones de Rais prosperaron en la Fiscalía General que dirigía Luis Martínez: a los canadienses se les giró orden de captura. También a Calderón y a su esposa.
Los canadienses también demandaron. Pero, las demandas de estos contra Rais no trascendieron en los tribunales de justicia. Fueron engavetadas.
Eso levantó sospechas. El escándalo se agudizó cuando algunos periódicos, entre ellos Diario1, publicó que el fiscal Luis Martínez había viajado en aviones del empresario Rais. Eso representaba un conflicto de interés. Pero lo grave fue que en algunos de esos viajes iban algunos abogados de Rais y otros jefes fiscales.
A inicios de 2016, el fiscal Douglas Meléndez llegó a dirigir la Fiscalía General. Ahí descubrió que Martínez y Rais habían armado casos contra sus adversarios. Fue entonces que ordenó la captura de ambos y de otros funcionarios que habían participado en esos hechos.
Enrique Rais también está siendo investigado en Suiza por posible lavado de dinero. Además, a inicios del pasado mes de agosto, congresistas estadounidenses enviaron una carta al presidente Donald Trump donde pedían que incluyera a un grupo de centroamericanos en la lista Magnitsky, con el objetivo de que sean sancionados por actos de corrupción. Esa lista figuraba Enrique Rais.
En el documento que los congresistas elaboraron dice que Enrique Rais “es un prominente hombre de negocios salvadoreño” que “fue designado como objetivo prioritario de la DEA y sujeto de investigación internacional por sus vínculos con los grupos criminales organizados, compañías ficticias, cárteles y políticos corruptos identificados recientemente por el escándalo de los Papeles de Panamá, según un documento judicial de Florida”. Además, los congresistas recuerdan que en abril de 2016, “el alguacil alegó que las aeronaves propiedad de Rais muestran amplia evidencia de actividades de tráfico de drogas”.