La pregunta ha repicado en redes sociales y la indignación ha sido gigantesca. ¿Por qué un excontador de Casa Presidencial fue condenado a más años de cárcel que el expresidente Elías Antonio Saca? Los hechos parecen ilógicos. Pero la respuesta tiene que ver con asuntos legales.
Todo comenzó el pasado 8 de agosto, un día después que iniciara el juicio contra el exmandatario y seis de sus exfuncionarios por delitos de corrupción. Ese día, los abogados defensores de tres exempleados de Casa Presidencial (Pablo Gómez, Francisco Rodríguez Arteaga y Jorge Herrera) manifestaron ante el Tribunal Segundo de Sentencia que también querían negociar un proceso abreviado contra sus defendidos.
Cuando uno de los jueces preguntó si los tres exempleados de Casa Presidencial negociarían con la Fiscalía General de la República un proceso abreviado, la respuesta de Pablo Gómez a sus abogados fue contundente. Con el dedo índice les indicó que no, que no estaba dispuesto a confesar en el juicio que había cometido actos de corrupción durante la presidente de Elías Antonio Saca.
Pablo Gómez estaba convencido que él no se había cometido ilegalidades. Su argumento era claro: él solo había cumplido órdenes. Aseguró que no se había beneficiado del dinero que había desviado a cuentas particulares. Por eso no aceptó someterse a un proceso abreviado.Fue el único que no confesó haber cometido ilícitos a cambio de reducir la condena.
Fue por eso que, este miércoles, cuando los jueces leyeron la sentencia, el exasesor de la Unidad Financiera de la Presidencia (UFI), tras ser encontrado culpable por los delitos de lavado de dinero y peculado, fue condenado a 16 años de prisión.
Gómez dijo durante el juicio que comenzó a laborar en Casa Presidencial en 1994, cuando el expresidente Armando Calderón Sol llegó al gobierno. Antes de ello había trabajado en la alcaldía de San Salvador. Su trabajo siempre fue como contador.
La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó de haber participado en el debía de varios millones de dólares que luego acabaron en las manos del expresidente Saca.
Este miércoles, los jueces argumentaron que Pablo Gómez conocía los procedimientos legales y que por eso era consciente que se estaban cometiendo ilegalidades. “El tribunal no puede advertir ese desconocimiento de las transacciones de grandes sumas de dinero que no llevaban beneficio a Casa Presidencial”, dijo uno de los jueces.
Pablo Gómez no solo fue condenado a 16 años de cárcel, sino que también le impusieron una condena civil de $5 millones de dólares.