Cuatro departamentos de la zona oriental de El Salvador están sufriendo sequía «severa», debido a la falta de lluvia en los últimos días, informó hoy un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El viceministro de la institución gubernamental, Ángel Ibarra, señaló que en los 10 departamentos restantes de la nación centroamericana se registra una sequía «meteorológica moderada a débil».
En el caso de los orientales departamentos de Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión se reporta una falta de lluvia consecutiva desde el pasado 22 junio, lo que ha generado sequedad en los campos.
Según la fuente, en las departamentos de Chalatenango, San Salvador, La Libertad, Ahuachapán y Cuscatlán se registra una sequía «débil», mientras que el resto de localidades la sequía es «moderada».
Explicó que cuando deja de llover entre 5 y 10 días consecutivos, durante al época lluviosa, se considera la presencia de sequía de «intensidad débil», si el período seco es de 11 a 15 días consecutivos la sequía es «moderada» y se deja de llover por más de 16 días es catalogada de «intensidad fuerte o severa».
Ibarra señaló que la «deficiencia de lluvias se debe a que las temperaturas de los océanos pacífico y atlántico no generan las condiciones adecuadas para que se forme humedad sobre la atmósfera».
La fuente señaló que la sequía continuará en los próximos días, ya que lloverá «forma aislada» y solo durante el paso de las ondas tropicales, las cuales serán de «aisladas a dispersas», principalmente en la cadena volcánica y zonas del norte, centro y occidente del país.
En El Salvador se han registrado sequías en los años 2012, 2013 y 2014, pero la de 2015 fue un «precedente importante» ya que generó un impacto «mayor» en los recursos hídricos del país, según el MARN.
El denominado Corredor Seco Centroamericano, que abarca principalmente a El Salvador, Guatemala y Honduras, sufrió entre 2015 y 2016 un devastador episodio de El Niño, uno de los peores registrados hasta la fecha, que causo una fuerte sequía.
Como resultado, unos 3,5 millones de personas necesitaron ayuda humanitaria y entre ellos 1,6 millones en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, de acuerdo con organizaciones internacionales.