Ha pasado casi un mes desde que la Policía Nacional Civil (PNC) informó que Vanda Pignato había sido capturada. Sin embargo, de momento no han detallado si se encuentra en algún centro de salud, o si está en alguna delegación policial, o si fue trasladada a Cárcel de Mujeres.
El pasado 12 de junio, luego de una avalancha de rumores, la PNC informó en Twitter que ya había realizado la captura de Pignato. En el escueto mensaje no se brindaba mayor información. No se decía, por ejemplo, el lugar donde habían sido capturada.
Lo único que decía el mensaje era la hora de captura (15:35), el delito imputado (lavado de dinero y activos) y el juzgado que había emitido la orden de captura (Quinto de Paz de San Salvador). Solo eso. Nada más.
Un día antes, durante la audiencia inicial, el juez había decretado la orden de captura contra Pignato por supuestos actos de corrupción cometidos durante el gobierno de su exesposo Mauricio Funes.
En la audiencia inicial, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó libertad condicional para Vanda Pignato por problemas de salud. Pero el juez del caso no atendió la petición de los fiscales y decidió decretar la orden de captura.
Fue entonces que comenzó a circular que Vanda se encontraba internada en el Hospital de la Mujer, pero luego trascendió que se encontraba en un hospital privado ubicado en Santa Tecla. Todo fue confusión. Lo cierto es que ni la Policía ni Fiscalía confirmaron esa información.
Hubo voces de protesta. El propio expresidente Mauricio Funes, ahora prófugo de la justicia por corrupción, escribió en su cuenta de Twitter: “El Juez Quinto de Paz, al ordenar la detención de Vanda, no tomó en cuenta su delicado estado de salud. Ha padecido de cáncer y la quimioterapia ha provocado secuelas y enfermedades crónicas como insuficiencia renal, problemas del corazón y hernias en la columna. Es inhumano apresarla”.
El 22 de junio de 2015, Vanda Pignato reveló en un evento público que padecía de cáncer cervical y anunció que viajaría a Brasil para tratar su padecimiento. Desde entonces se ha mantenido en tratamiento.
No obstante, después de la orden de captura del juez, ni la Policía Nacional Civil ni Centros Penales han informado dónde se encuentra recluida. Tampoco han dicho si continúa hospitalizada.
¿Sigue siendo funcionaria?
El pasado mes de mayo, cuando la Fiscalía presentó la acusación contra el expresidente Mauricio Funes y varios de sus exfuncionarios (por saquear $351 millones de cuentas públicas), Vanda Pignato era la secretaria de Inclusión Social, cargo en el que se desempeña desde 2009.
En la lista de acusados aparecía su nombre. El delito que la Fiscalía le atribuye es lavado de dinero y activos. En un primer momento, el gobierno y el FMLN tomaron distancia de la acusación de la Fiscalía contra Funes, pero luego emitieron un comunicado en defensa de Vanda Pignato.
Pero solo eso. De momento no ha sido despedida ni ratificada en su cargo. Un enorme silencio ronda el caso. Lo único fue ese comunicado donde brindaban respaldo a Pignato.
El 25 de junio, la Secretaria de la Mujer del FMLN, Lourdes Palacios, llegó al Juzgado Quinto de Paz con 740 cartas de personas y organizaciones que le pedían al juez revertir la orden de captura contra Pignato.
Conexión caso Odebrecht
El periódico brasileño Folha do Sao Paulo reveló en diciembre de 2016 que Vanda Pignato, exesposa de Funes y actual secretaria de Inclusión Social, había gestionado el dinero de la campaña del expresidente.
Sin embargo, tanto Vanda Pignato como Funes negaron en su momento dichos señalamientos. La ex Primera Dama afirmó que “lo manifestado en la nota periodística es falso y no merece crédito alguno”.
El pasado 6 de febrero, el publicista Joao Santana, quien dirigió la campaña presidencial de Mauricio Funes, reiteró ante el juez Sergio Moro que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva intermedió para que la constructora Odebrecht financiara la campaña presidencial de Funes (2009).
Santana, responsables por las campañas electorales ganadoras del Partido de los Trabajadores (PT) en 2006 (con Lula da Silva) y 2010 y 2014 (con Dilma Rousseff), repitió la denuncia ante el juez Moro, en el marco de uno de los siete procesos abiertos contra el exmandatario.
El publicista, quien ya había firmado un acuerdo con la Justicia en 2017 a cambio de una reducción de su pena, volvió a contar que Lula le solicitó que contactara con el entonces presidente de Odebrecht, Emilio Odebrecht, para que realizara unos pagos, ya que el dinero para la campaña de Funes había acabado a un mes de la disputa electoral.
La mujer de Santana, la también publicista Mónica Santana, señaló al juez Moro que la invitación para realizar la campaña de Funes partió de Gilberto Carvalho, jefe de gabinete del entonces presidente Lula (2003-2010).
Las declaraciones sobre la campaña de Funes realizadas por los publicistas ante el juez Moro, en calidad de testigos de la acusación, ya habían sido hechas ante el Ministerio Público de Brasil, en el marco de un acuerdo de “delación premiada” firmado en 2017 a cambio de la reducción de sus condenas.
Funes, quien se encuentra asilado en Nicaragua desde hace más de un año, fue condenado recientemente por enriquecimiento ilícito.