Miles de personas marcharon hoy por las principales calles de San Salvador para denunciar y rechazar la intención de los partidos derecha en la Asamblea Legislativa de privatizar el agua.
Los manifestantes, convocados principalmente por las organizaciones que conforman la Alianza Nacional Contra la Privatización del Agua, se concentraron en una de las zonas más exclusivas de la capital San Salvador para caminar varios kilómetros hasta la plaza al Divino Salvador del Mundo.
Las personas llegaron con camisas, pancartas y carteles con mensajes en rechazo a la privatización del recurso hídrico, discusión que ha tomado fuerza a raíz de que los diputados retomaron el estudio de un proyecto de ley presentado por los 4 partidos de derecha en junio de 2017.
«El agua es un derecho, privatizarla es un crimen» y «el agua no se vende, se cuida y se defiende», rezaban algunas de las pancartas que portaban los manifestantes, quienes también gritaban consignas acompañados de música y danzas prehispánicas.
Además de las organizaciones que velan por el medio ambiente, se sumaron representantes de los sectores feministas, indígenas y estudiantes universitarios, sin que se registraran altercados.
Diversos sectores de la sociedad salvadoreña, entre estos la Iglesia Católica, se han pronunciado en contra de una supuesta privatización del agua luego que diputados retomaran la discusión para aprobar una Ley General de Aguas.
Según el Órgano Legislativo, los parlamentarios han ratificado los primeros cinco artículos de la normativa que fueron aprobados por la pasada legislatura, los cuales tienen que ver con la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
El principal punto en discordia es la intención de los partidos de derecha de incluir a representantes de la empresa privada en el ANA con un número de votos que, según las organizaciones, le darían el dominio del organismo.
Las autoridades de la estatal Universidad de El Salvador (UES) y cientos de estudiantes marcharon el jueves pasado hasta el Congreso para exigir que sean integrados a la discusión y que no se privatice el servicio del vital líquido.
El 14 de abril de 2015, el Gobierno de El Salvador decretó una emergencia nacional por la escasez de agua, principalmente en la zona central del país, por una prolongada sequía a causa del cambio climático.