La Conferencia Episcopal de El Salvador se pronunció, este martes, contra la posible privatización del agua y exigió a los diputados de la Asamblea Legislativa mantener el vital líquido con un carácter de interés público y como un «derecho» para la ciudadanía.
La posición de de la iglesia católica estuvo encabezada por el arzobispo de San Salvador, quien enfatizó en que «el agua es un elemento imprescindible para la vida humana».
«Pedimos a nuestros diputados y diputadas respetar los 92 artículos consensuados en la legislatura 2012-2015, pues creemos que son una pieza fundamental en dicha ley, ya que corresponden a las grandes necesidades del pueblo salvadoreño. Como pastores somos testigos del clamor de nuestro pueblo en todos los hogares y que no podría pagar los costos si tan vital líquido se convirtiera en una mercancía que esté sometida a las leyes del mercado», dijo Monseñor Escobar Alas al leer el comunicado.
El jerarca católico enfatizó que la administración del ente rector del agua debe quedar en manos del Estado salvadoreño como «garante del derecho al agua para todos».
«Estamos contra la privatización del agua», enfatizó el arzobispo de San Salvador.
«Exhortamos a todo el pueblo a hacer uso del derecho de participación ciudadana, exigiendo a la Asamblea Legislativa la aprobación de una Ley General de Aguas que garantice este derecho humano fundamental. Una ley injusta que violente los derechos del pueblo, no puede ser admitida», concluyó la iglesia católica.