La violencia económica y los celos fueron los detonantes del feminicidio de Graciela Eugenia Chávez Ramírez el pasado 12 de febrero en la colonia Jardines de Zacamil en el municipio de Mejicanos. La Policía capturó la noche del martes a José Héctor Otero Turcios, compañera de vida de Chávez y quien la habría apuñalado 56 veces hasta morir.
Así lo confirmó el fiscal general Douglas Meléndez, quien agregó que por la violencia ejercida en contra de la víctima, este es uno de los casos de feminicidio más fuertes en lo que va del año y en el que también se daría el caso de una víctima que trabajaba por llevar el sustento a la casa y un victimario mantenido por ella.
La víctima fue encontrada sin vida la mañana del 13 de febrero y envuelta en una sábana. Los vecinos aseguraron a la Policía que Graciela Chávez estaba por casarse en los próximos días.
El fiscal Meléndez afirmó que Otero Turcios había huido a Guatemala luego del crimen y que había generado la coartada de que había roto la relación con Chávez solo dos días antes del crimen. No obstante agregó que el Ministerio Público se valió de varias evidencias para desmontar el argumento.
De acuerdo con investigaciones, el funcionario aseguró que Chávez y Otero fueron vistos departiendo en un lugar cercano a las 10 de la noche del 12 de febrero pasado y que de regreso a casa ambos se enfrascaron en una discusión que terminó en el asesinato de la joven.
Dicha discusión derivó en agresiones físicas contra Chávez, la cual fue tirada por Otero sobre una plancha de cemento, para luego asestarle las 56 puñaladas en el cráneo, cuello y otras partes del cuerpo. Luego del crimen, el compañero de vida de la víctima fue a su casa y regresó con su hermano de crianza, Ángel de Jesús Henríquez, para envolver el cuerpo en sábanas y quitarlo de la escena.
Ambos huyeron pero fueron aprehendidos casi tres meses después. El victimario fue ubicado en Guatemala y con INTERPOL se gestionó su repatriación, informaron fuentes policiales.
Respecto a la coartada de la separación, Meléndez dijo que la Fiscalía demostró que los teléfonos de Chávez y Otero estaban en el mismo lugar el día de los hechos y que al día siguiente se ubicó el chip del teléfono de la víctima dentro del celular del agresor.
Asimismo la Fiscalía encontró en las cercanías del lugar el cuchillo y la sábana usados en el crimen. Sobre los motivos que desencadenaron el asesinato, Meléndez expresó que un día antes la víctima le reclamó a su pareja el por qué no le había pagado el teléfono, un acto que habría estado motivado en los celos de Otero hacia Chávez.
Tanto Otero como Henríquez serán procesados judicialmente por feminicidio agravado, confirmó el jefe del Ministerio Público.
El funcionario aprovechó para solicitar al Ministerio de Justicia y Seguridad que todos los acusados de feminicidio sean enviados al penal de máxima seguridad de Zacatecoluca: “Porque si son tan machos para asesinar a una mujer, deben serlo también para enfrentar ese sistema penitenciario», sostuvo.
De la misma forma dijo que iniciará una investigación paralela, ya que se encontró evidencia de que los vecinos de Chávez denunciaron en repetidas ocasiones al 911 que un crimen estaba ocurriendo en Jardines de Zacamil, pero que no hubo presencia policial sino hasta la mañana siguiente, cuando Chávez ya estaba muerta.
Más de 150 asesinatos de odio contra mujeres han sido cometidos en lo que va del año, según cifras oficiales.