El fiscal general Douglas Meléndez afirmó este miércoles que Henry Salazar, capturado el martes por el homicidio de la joven Beatriz Méndez en octubre de 2017, no quería el hijo que iba a procrear con la víctima, ya que tenía una relación formal paralela.
De acuerdo con detalles brindados por Meléndez, tanto Méndez y Salazar trabajaban como agentes en un callcenter ubicado sobre el bulevar Los Héroes de San Salvador. Ambos iniciaron una relación sentimental en 2013, que en un inicio había terminado en 2015.
No obstante, retoman la relación en 2017 y llegan al punto de engendrar un hijo, el cual fue el motivo de contiendas entre los dos. «Ha quedado demostrado que Lilian estaba enamorada de Henry y por eso él se aprovechó de eso para matarla», dijo por su parte Silvia Saca, jefa de la Unidad Especializada de Atención a la Mujer de la Fiscalía.
El titular del Ministerio Público declaró que la relación en el trabajo se tornó tensa a consecuencia del hijo, algo que Salazar quería ocultar a su familia y a su pareja formal. Méndez le pidió a su compañero una ayuda económica de $75 quincenales, sostiene el fiscal, lo que enfureció al ahora detenido, quien en repetidas ocasiones le pidió a la víctima que abortara al bebé que esperaba.
Añadió además que la víctima empezó a vivir una situación de constantes humillaciones e incluso llegó a pagar la comida durante las salidas que tenían juntos. Algo que se está volviendo un patrón en casos de asesinatos catalogados como feminicidios.
Pruebas testimoniales y de video recabadas por la Fiscalía dan cuenta que Méndez y Salazar salieron del parqueo de su lugar de trabajo en horas de la tarde del 21 de octubre de 2017. El imputado manejó con la víctima por la carretera a Comalapa y se detuvo en un punto cercano a Olocuilta, en donde habría procedido a estrangular a su novia, lo que además ocasionó la muerte del niño en gestación.
Cámaras de videovigilancia captaron más tarde que el vehículo de Salazar pasó por el sector de Miramar alrededor de las 7:30PM, donde fue encontrado el cadáver de Méndez, agregó el fiscal Meléndez.
El fiscal general enfatizó que la coartada de Salazar fue que él había dejado a su novia en una parada de bus cercana a la Terminal del Sur en San Marcos, algo que la investigación de la Fiscalía desbarató. Meléndez incluso presentó capturas videográficas en las que se ve al detenido ingresar a una tienda de conveniencia cercana a la escena del crimen y solicita a los dependientes los videos de vigilancia, para ver si había sido capturado en las mismas.
También destacó que otros elementos como activación de ondas telefónicas y localización GPS ayudaron a la resolución del caso y desbaratar la coartada del ahora detenido.
Salazar de 27 años, fue detenido por elementos de la Dirección Central de Investigaciones (DCI) de la Policía Nacional Civil (PNC). Este será acusado por el delito de feminicidio agravado y aborto sin consentimiento. Sobre este punto, Meléndez detalló que el hijo que esperaba Lilian Méndez falleció por falta de oxígeno que le suministraba la madre.
Mientras que Méndez, de 27 años, tenía una licenciatura en Relaciones Públicas y vivía con sus abuelos. Cuando ocurrió su asesinato, en un principio se manejó que ella había llegado a la parada en un taxi y que había llamado a su abuelo para informarle que llegaría más tarde a la casa, pero nunca regresó a su vivienda.
El fiscal aprovechó la oportunidad para volver a solicitar que todos los detenidos y procesados por feminicidio sean enviados al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, La Paz: “Al que mate a una mujer lo vamos a cazar y lo vamos a mandar a Zacatraz, vamos a ir uno a uno o dos a dos o tres a tres, nos va a costar, pero vamos a ir en contra de estos desgraciados feminicidas”, sentenció.