El enjambre sísmico que comenzó el pasado sábado en la zona del país y que originó 907 temblores que destruyeron 11 viviendas y dañaron más de un centenar, «ha disminuido considerablemente en las últimas horas», informó hoy el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Pese a la disminución de la actividad, más de 2.000 personas permanecen en albergues provisionales por el riesgo de derrumbe de las viviendas que resultaron afectadas.
El sismo de mayor magnitud se registró a las 13:02 hora local (19:02 GMT) del domingo 6 de mayo con una magnitud de 5,6 e intensidad de 7 en la escala modificada de Mercalli en estos municipios de los departamentos de San Miguel y La Unión.
Las autoridades medioambientales salvadoreñas atribuyen esta actividad sísmica a la «activación de fallas geológicas locales» y por el comportamiento de las mismas no descartan que se registren más temblores, incluso de mayor magnitud a los computados en estos días.
El MARN señaló que continua dando seguimiento a esta actividad sísmica para «informar a la población sobre la evolución de este fenómeno» y recomendó «atender las indicaciones emitidas por las autoridades de Protección Civil y no prestar atención a rumores o a información no oficial».