El Juzgado Tercero de Paz de San Salvador ordenó este martes la reapertura del proceso contra los supuestos autores intelectuales de la masacre de seis padres jesuitas y dos de sus colaboradoras en 1989, informó a Acan-Efe uno de los abogados de los religiosos.
Arnau Baulenas, letrado y coordinador del Equipo de Procesos de Justicia del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), ente que solicitó la reapertura, explicó que el juzgador mandó a la Fiscalía a presentar la acusación para programar la primer audiencia.
«El juez ordena a la Fiscalía que presente un nuevo requerimiento y una vez presentado, se procederá a la audiencia inicial, ahí iniciará el proceso», señaló Baulenas, quien señaló que la acusación debe atender una sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema en la que anuló una ley de amnistía de 1993.
Baulenas detalló que el juzgador declaró la nulidad absoluta de una resolución del año 2000 en la que se dictaba el sobreseimiento del proceso en favor de 6 militares y el expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994).
El Idhuca solicitó en noviembre de 2017 la reapertura de la causa penal contra los autores intelectuales de la masacre de seis sacerdotes, de los que cinco eran de origen español, y dos colaboradoras que fueron asesinadas en el mismo hecho.
Apuntó que la decisión judicial se dilató un poco porque se presentaron un par de excepciones por parte de la defensa» para tratar de evitar la reapertura y en las que argumentaban que había cosa juzgada y falta de acción.
«El juez hoy en la resolución ha declarado que no hay cosa juzgada y que la excepción por falta de acción tampoco es procedente», señaló el letrado, quien en noviembre de 2017 aseguró que esta masacre es un crimen de lesa humanidad.
Los militares acusados por el crimen son los generales en retiro Humberto Larios, Juan Rafael Bustillo, Francisco Elena Fuentes, Rafael Zepeda, el difunto René Emilio Ponce y el coronel Inocente Montano, quien enfrenta un juicio en España por este crimen.
Todos son parte de la generación de graduados de la Escuela Militar de 1966, conocida popularmente como «La Tandona», que dirigieron a la Fuerza Armada durante buena parte de la guerra e implementaron la estrategia contrainsurgente de tierra arrasada.
El exrector de la UCA y actual director de la Idhuca, José María Tojeira, sostuvo en noviembre de 2017 que esta petición de reapertura no incluye a los autores materiales sometidos a una farsa de juicio en 1992 y en el que fueron condenados a 30 años de prisión dos uniformados.
El 16 de noviembre de 1989, un escuadrón del batallón elite Atlácatl del Ejército asesinó a los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno y al salvadoreño Joaquín López. También a Elba Ramos y su hija Celina, colaboradoras de los religiosos.
Por esta masacre solo guarda prisión el coronel Guillermo Alfredo Benavides, uno de los dos condenados a purgar 30 años de cárcel en un juicio en 1992, pena que los religiosos han pedido sea conmutada.