El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Sujetos mataron a empleado de una comercial por cobrar la cuota de un televisor

por Redacción


Uno de los participantes en el doble homicidio fue condenado a 50 años de prisión. Este caso ocurrió en Chalatenango.

Wilber Antonio Ayala Ábrego, de 25 años de edad, fue condenado a 50 años de prisión por haber asesinado al empleado de una casa comercial y a otro hombre que fue testigo del crimen en el municipio de San Isidro Labrador, Chalatenango, según reportó la Fiscalía General de la República (FGR).

Dicha entidad detalló que el crimen ocurrió el 9 de abril de 2015, cuando la primer víctima y empleado de la comercial, Wilson Miguel Ángel Ortiz, llegó donde el imputado a cobrarle una cuota vencida de un televisor que previamente había sacado fiado del establecimiento en mención.

Ayala Ábrego amenazó a Ángel Ortiz y le solicitó olvidarse de la deuda, ya no llegar a cobrar el electrodoméstico; sin embargo, el sujeto insistió en que debía pagar las cuotas pendientes.

Junto al deudor habían tres sujetos más, todos pandilleros de la Mara Salvatrucha, quienes privaron del libertad al empleado de la comercial y lo golpearon en diversas ocasiones.

Otro hombre que fue testigo de la paliza sufrida por Ángel Ortiz, trató de alejarse de la zona para evitar sera agredido; sin embargo, el imputado le dio alcance y le disparó en varias ocasiones. La víctima identificada como Eusebio Galdámez Morales murió posteriormente mientras era trasladado a un centro asistencial de San Salvador.

,Los otros tres sujetos, identificados como Jacobo Alemán Rodríguez, de 50 años de edad; Raúl Oleybi Guardado Dubón, de 25 años, miembros la MS-13 y Merlín Orlando Ayala Abrego, de nacionalidad Hondureña,  alias “Coqueta”, de 22 años de edad, mantenían sometido al empleado de la comercial.

El sujeto que disparó contra el testigo de los hechos, regresó al lugar donde se encontraba la primer víctima y la mató de varios impactos de bala.

El 3 de noviembre de 2016, la Policía logró la captura de Wilber Antonio Ayala Ábrego, quien se encontraba prófugo de la justicia. Los otros tres ya habían sido condenados por este doble crimen.

El imputado fue vencido en juicio y condenado a 50 años de prisión; es decir, 25 años por cada homicidio.