Ever Joel Mejía Ramírez, de 17 años de edad y estudiante del municipio de Suchitoto, Cuscatlán, caminaba por las calles de dicha localidad cuando fue abordado por un grupo de pandilleros con el objetivo de asesinarlo.
Los criminales privaron de libertad al joven en una zona cercana a la terminal de autobuses que va de Suchitoto a Aguilares, donde comenzaron a golpearlo y lo llevaron hasta las orillas del lago Suchitlán.
Los criminales obligaron a la víctima a subirse a una canoa y lo llevaron hasta la isla La Abertura de la Zacamil de dicho manantial, donde lo continuaron golpeando y le provocaron varias heridas con un arma blanca.
Mejía Ramíez murió producto de la golpisa y las heridas, por lo que los pandilleros decidieron semienterrarlo en la zona. Todo pasó el 17 de marzo de 2014.
Los familiares del joven lo reportaron como desaparecido y tras ocho días de búsqueda encontraron su cadáver en la mencionada isla. La autopsia reveló la salvaje y violenta muerte del joven de 17 años.
La Policía Nacional Civil (PNC) inició la investigación del caso y logró identificar a varios testigos de los hechos, quienes señalaron a los participantes en el homicidio.
Entre los victimarios se encontraba Carlos N, que en ese entonces tenía 17 años de edad, quien fue implicado en el crimen en la calidad de coautor, arrestado y procesado judicialmente.
El Juzgado de Menores de Cojutepeque dictó una pena contra Carlos de 15 años de prisión, de los cuales 10 los pasará en la cárcel y cinco en libertad condicional.
Por este hecho, anteriormente fueron condenados tres pandilleros a penas de entre 30 y 40 años de prisión. Asimismo, tres adolescentes más recibieron una pena de 10 años de cárcel.