La Fiscalía General de la República (FGR) inició este viernes el proceso de extinción de dominio del periódico digital La Página, propiedad de Jorge Hernández, quien se encuentra encarcelado por delitos de corrupción.
Los fiscales quieren que el periódico La Página pase a manos del Estado. Por eso han iniciado el proceso de extinción de dominio. Esto ocurre un mes después de la captura de Jorge Hernández, acusado de lavar más de 5 millones de dólares provenientes de una cuenta bancaria del gobierno del expresidente Elías Antonio Saca.
La Página forma parte de una serie de negocios de medios de comunicación de Hernández con el expresidente Mauricio Funes.
Las relaciones comerciales entre el expresidente Mauricio Funes y el comunicador Jorge Hernández dejaron de ser un secreto cuando se les comenzó a ver juntos en oficinas y residencias privadas de San Salvador.
En el noveno piso del Edificio Avante, en Antiguo Cuscatlán, Jorge Hernández había montado las oficinas de dos de las doce empresas en las que es accionista mayoritario: Portafolio Inversiones y Canal 25; y, curiosamente, Funes también ocupaba ese espacio para atender a sus clientes de Mass Media Consulting, la asesora de comunicaciones que fundó nueve meses después de terminar los cinco años del periodo en que fungió como presidente de El Salvador.
Funes y Hernández tenían planes. En 2014 comenzaron a acercarse al periodista Ciro Granados, quien fundó con mucho éxito el periódico digital La Página. Pronto iniciaron negociaciones para que les vendiera ese diario digital.
Granados era un viejo cliente de Mauricio Funes desde el día que publicó las fotografías y el detalle del viaje que Mauricio Funes y su familia realizó a Disneylandia en un avión privado. Granados publicó una buena exclusiva en La Página, sobre todo cuando la hermana de Vanda Pignato publicó en su Facebook, en Brasil, detalles y fotografías de ese periplo.
Funes llamó a Granados y desde entonces lo miró como un enemigo real ante el escándalo que le armó en La Página. Funes tomó una decisión: le compró $20 mil mensuales en publicidad a Granados, mientras que Herbert Saca, uno de los grandes operadores políticos del ex presidente, le entregaba otros $10 mil mensuales. Desde entonces, La Página se llenaba de noticias exclusivas del gobierno y Granados ya no fue una molestia real para Funes.
Pero conforme Funes se acercaba al fin de su gobierno, Jorge Hernández convenció al expresidente Funes que le compraran el periódico La Página a Granados. Supuestamente lo harían como socios igualitarios, pero se dice que al final Funes puso la mayoría del dinero que exigía la operación.
Poco después de que Funes dejara el poder, se hizo la compra de La Página a Ciro Granados. A Granados le pagaron un inmenso adelanto de $800 mil. Se trataba de que Hernández encubriera el dinero de Funes y que todo se hiciera como si Hernández era el rey de la operación financiera de la compra-venta de un periódico digital.
Eso servía como una operación financiera secreta de Funes en la que Hernández sería un prestanombres. Pero el verdadero jefe de todo aquello sería Funes.
Tiempo más tarde, Hernández traicionó al periodista Ciro Granados: primero porque cuando le compraron la mayoría de acciones del periódico le ofrecieron dejarlo de director del diario con un salario de $10 mil.
Ante eso se echaron para atrás. También lo hicieron con el ofrecimiento de que la esposa de Granados siguiera laborando en La Página como jefa de comercialización de ese diario digital. Hernández nunca le cumplió a Granados.
Ciro Granados le confirmó a Diario1 los detalles de la negociación privada que realizó con Jorge Hernández para vender el 80% de participación en La Página. En el acuerdo especificaban los términos de pago y las funciones que serían desempeñadas por el señor Granados después de que se firmara el convenio privado.
Pero Jorge Hernández quería más. Convenció a Mauricio Funes que paralelamente fundaran una televisora que llamarían Orbita TV. Todo estaba previsto: la señal la lanzarían, además del internet, por una estación de una compañía de cable y después vendrían los reinos de los cielos, según los nuevos cálculos.
Para cumplir con eso, enviaron ejecutivos a Estados Unidos y adquirieron tecnología de punta que les funcionó muy bien, al menos los primeros meses. En poco tiempo, Hernández y Funes construyeron un canal de televisión que prometía, por lo menos al principio.
Ahora la Fiscalía ha iniciado un proceso de extinción de dominio para expropiarle a Jorge Hernández todos estos medios de comunicación.