El jefe policial detalló que hasta el 30 de diciembre el país centroamericano registró 3.947 homicidios, 1.322 menos que los 5.269 asesinatos computados en el mismo lapso del 2016, el segundo año más violento de la historia reciente de El Salvador.
Cotto, quien verificó el dispositivo de seguridad en la capital salvadoreña, destacó que el promedio diario de muertes violentas en este período se situó en las 10,8, muy por debajo de las 14,5 que la violencia homicida dejó en 2016.
El director de la Policía señaló que la capital de este país es el municipio que cerrará con un mayor «éxito» en la reducción de asesinatos, unos 200 menos que los computados en el año anterior.
Sostuvo que no esperan que los datos cambien mucho en el último día del año y con los que el país evitará romper por tercer año consecutivo la marca de los 4.000 asesinatos.
«Algo hemos hecho bien para que nuestro país cierre con 1.300 homicidios menos», aseguró Cotto, quien advirtió que en 2018 el cuerpo de seguridad enfrentará «retos más difíciles por las elecciones».
Desde mediados de año, las principales autoridades de Seguridad advierten sobre las intenciones de las pandillas de establecer alianzas con los partidos o candidatos para hacerlos ganar con sus votos a cambio de ablandar las medidas de seguridad, especialmente las «extraordinarias» lanzadas en 2016 y vigentes hasta 2018.
Las autoridades de seguridad acusan al Barrio 18, Mara Salvatrucha (MS13) y otras minoritarias de mantener los altos índices de violencia que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo con tasas de 103 y 81,7 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.