Los ataques armados contra agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) arreciaron desde julio pasado. En los últimos cuatro meses estas estructuras criminales han asesinado, hasta este miércoles, a 35 agentes policiales y a más de 15 miembros de la Fuerza Armada.
“Alguna información tenemos que esta gente (pandilleros) quiere tener un nivel de incidencia, de alguna manera, con estas acciones en temas electorales”, dijo el Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, durante la presentación de los resultados de la denominada “Operación Azul”, que dejó la captura de 26 pandilleros señalados de asesinar a cuatro policías y un homicidio tentado en contra de un agente, hechos ocurridos entre los años 2016 y 2017.
Las pandillas Barrio 18, en sus dos facciones Revolucionaria y Sureña, y la Mara Salvatrucha (MS-13) han asesinado en lo que va del año 2017 a 41 agentes de la PNC. Sin embargo, la institución policial da cuenta de 42 policías asesinados porque se incluye a un agente que perdió la vida en un hecho de violencia en Guatemala a inicios del año.
El comportamiento de los ataques pandilleros contra agentes policiales tiene un denominador común: El modo de operar. Aunque cada clica posee un accionar diferente, la mayoría de los policías fueron asesinados durante sus días libres, en sus viviendas y cuando no portaban arma de equipo.
El fiscal Douglas Meléndez habla con cautela sobre este tema. Señala que existen diversas investigaciones que arrojan “directrices” que indican momentos específicos que las pandillas utilizan para arreciar dichos ataques.
Estas directrices sugieren que las pandillas buscan dos objetivos. El primero es demostrar su capacidad de reacción ante operaciones policiales en contra de las estructuras de crimen. Es un tipo de venganza el asesinar a policías, infiere el fiscal. El segundo elemento es el que llama poderosamente la atención del fiscal y el que le hace tomar un tono más contundente. “No vamos a permitir que haya influencia de las pandillas en temas electorales”, indica el fiscal al sostener que este segundo elemento es el que utilizan las pandillas para ejercer presión sobre el Estado al asesinar a policías.
Con estadísticas en mano, Douglas Meléndez afirma que los asesinatos en contra de policías presentaban una tendencia a la baja hasta junio. Pero esta tendencia se quebró. “Desde el mes de julio creció el pico de ataques en contra de los policías. Sabemos que hay directrices de esta gente (pandilleros)”, indicó.
Y es que efectivamente el segundo semestre del año 2017 representa una ola de ataques contra efectivos militares y policiales, que elevan las cifras a 35 policías y más de 15 soldados, desde junio a noviembre.
Los departamentos con mayor incidencia, según las estadísticas fiscales, son Santa Ana, La Libertad y San Salvador, dijo el Fiscal General.