Agobiada por el dolor en un oído, Blanca N* acudió donde un médico especialista en Otorrinolaringología. El diagnóstico fue que tenía caries en la muela cordal izquierda. Le recomendó que visitara un odontólogo.
La paciente visitó entonces la clínica del odontólogo Enrique Armando Jiménez Romero, de 54 años de edad, en la ciudad de San Vicente, quien confirmó el diagnóstico y le dijo que era necesario extraerla.
La víctima aceptó sacarse la pieza dental por $40.00. Jiménez aplicó anestesia en tres ocasiones, de acuerdo al testimonio de Blanca, lo que ocasionó dolor en la parte izquierda de su cara y cabeza.
Después del procedimiento dental, la mujer le manifestó al doctor que tenía dolor y sentía dormida la cara, a lo que el Jiménez respondió que era normal.
Blanca relató que pasó tres días con el mismo padecimiento, por lo que el odontólogo le recetó unas inyecciones; no obstante, las molestias eran permanentes.
Después de hacerse un chequeo médico y varios exámenes donde un doctor de medicina general, se determinó que la paciente tenía una neuralgia.
Al consultar con varios galenos, la paciente se dio cuenta que el nervio trigémino, que es un nervio craneal que da sensibilidad y motrocidad a la cara, fue dañado durante el procedimiento dental.
Blanca visitó a un médico maxilofacial quien confirmó el daño en el nervio en su cara.
La víctima fue a la clínica de Jiménez para informarle lo sucedido y para pedirle una compensación por daños. Al no querer una conciliación, Blanca interpuso la denuncia ante la Fiscalía por el delito de lesiones culposas.
En la audiencia inicial, el odontólogo y la víctima llegaron a una conciliación, por lo que Jiménez tendrá que pagar $5,000 por daños.
* Nombre ficticio