Rafael N. tendrá que purgar una condena de 26 años y pagar $1,000 como indemnización, tras ser encontrado culpable de violar a su hijastra durante varios meses.
A inicios de junio de 2016 Sonia* recibió una notificación de la fábrica en donde trabaja, sus horarios laborales cambiarían. Ya no tendría que entrar a sus labores durante la mañana, su nuevo horario sería durante la noche y madrugada.
Esta situación le complicaba, ya que su hija de siete años tendría que estar bajo la responsabilidad de Rafael, actual pareja de Sonia y padrastro de la menor.
Sonia comenzó su nuevo horario. No hubo complicaciones. Al menos no que Sonia las conociera.
Pero la hija de Sonia, vivía con temor. A los pocos minutos que su madre salía a su trabajo, la menor salía corriendo a su habitación e intentaba dormir.
Durante todo el mes de junio Rafael, esperaba a que pasaran algunos minutos para entrar sigilosamente a la habitación, despertaba a la menor y la obligaba a cambiarse de habitación.
“Él abusó sexualmente de ella. Todas las noches él la pasaba a su cama para que durmieran juntos, y posteriormente la amenazaba con mandarla a la cárcel y matarla si le contaba a la mamá”, dice el informe fiscal.
La situación fue descubierta por la madre, luego que una amiga de la víctima comentara la situación. La denuncia fue interpuesta en la Fiscalía General de la República, del municipio de Soyapango, en donde se acusó formalmente a Rafael de violación agravada en menor incapaz.
El Juzgado Quinto de Sentencia de San Salvador encontró convincentes las pruebas ofertadas por la Fiscalía, encontrando culpable de los cargos a Rafael, por lo que dictó una condena de 26 años de prisión y el pago de $1,000 de indemnización para la víctima.
* Nombres ficticios