Enrique Rais, de doble nacionalidad suiza y salvadoreña), se habría instalado oficialmente en la ciudad de Morges, al borde del Lago de Ginebra el pasado mes de abril, tres meses después de haber escapado del país centroamericano donde estaba bajo arresto domiciliario, según el diario suizo Tages-Anzeiger y la plataforma en línea ‘Revista Factum de El Salvador, publicó el 11 de octubre el periódico suizo swissinfo.ch
El sospechoso, de 65 años, es investigado también por las autoridades de Estados Unidos por el registro ilegal de aviones y el presunto contrabando de drogas.
Sus abogados han desestimado las acusaciones al calificarlas de infundadas. Se trata de un empresario con negocios en la industria petrolera y en la gestión de residuos, y que también mantiene inversiones en el negocio inmobiliario suizo, de acuerdo con el Tages-Anzeiger.
Las autoridades judiciales suizas no han recibido ninguna solicitud de asistencia legal, precisa la edición de este miércoles del periódico en lengua alemana.
Por regla general, Suiza no extradita a sus ciudadanos a otros países. Pero los observadores consideran la posibilidad de que un fiscal helvético retome las investigaciones efectuadas en El Salvador.
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Enrique Rais huyó el 13 de enero a bordo de uno de sus aviones privados junto a su sobrino Hugo Blanco Rais y su abogado Ernesto Gutiérrez, uno día después que la Cámara de lo Penal ordenara su recaptura.
Rais formó una red de corrupción judicial que lo favorecía en varios litigios en los tribunales, a cambio de dádivas. Uno de los casos más emblemáticos fue el proceso en contra de Mario Calderón y su esposa, Claudia Herrera, a quienes acusó de Lavado de Dinero y activos y amenazas.
En una conversación intervenida entre el exjuez noveno de Paz Romeo Aurora Giammatei y Wilfredo Gutiérrez, abogado de Rais, se revela la planificación para procesar a los esposos Calderón a cambio de dádivas y beneficios otorgados por el empresario.
Además de este caso, Rais enfrentará un proceso judicial por los delitos de administración fraudulenta y estafa, cometida sobre la sociedad MIDES SEM SA de C.V y en perjuicio de las sociedades Tradesal y Cindesol, propiedad de Franco Pacetti y Matteo Pasquale, los empresarios canadienses con los que mantiene un largo litigio por el control del negocio de la basura en El Salvador.