Marcos*, de 28 años de edad, fue privado de libertad por dos sujetos luego de retirar dinero de un cajero automático ubicado en un centro comercial de la ciudad de Sonsonate.
La víctima trabaja en San Salvador y visita cada dos semanas el centro de Sonsonate para encontrarse con su madre y ayudarle económicamente. La mujer vive en un cantón de unos de los municipios de dicho departamento.
Como acostumbra a hacer, Marcos aprovechó su día libre en el trabajo para viajar a Sonsonate. Ingresó al centro comercial aproximadamente a las 11:00 de la mañana para reunirse con su madre y almorzar juntos.
Después de almorzar, el martes pasado, el hombre le dijo a su madre que iría a un cajero en el centro comercial, sin percatarse que dos ladrones lo acechaban con la intención de despojarlo de sus pertenencias.
Marcos retiró 55 dolares del cajero automático, los cuales serían entregados a su madre, pero inmediatamente fue abordado por dos sujetos, quienes lo abrazaron −fingiendo ser sus amigos−y le pidieron caminar y que no hablara.
Los ladrones privaron de libertad al hombre, lo sacaron del centro comercial y lo llevaron a una calle cercana al hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
«Me sacaron por la entrada principal; solo evitaron un poco la caseta del vigilante, quien estaba ocupado por ser hora pico y estar controlando el tráfico que se hace para entrar al centro comercial», dijo Marcos a Diario1.com.
Posteriormente, los sujetos, que según la víctima andaban bien vestidos, le advirtieron que no hiciera escándalo o de lo contrario sería herido con una navaja que portaba uno de los asaltantes.
«Si haces algo no quedas para contarlo, así que mejor quedate quieto», dijo uno de los delincuentes a su víctima, mientras lo amenazaba con el arma blanca.
Marcos aseguró que los sujetos le exigieron el dinero que había sacado del cajero automático; además, les entregó otros $10 que anadaba antes del retiro del cajero automático, por lo que le robaron 65 dólares.
También le robaron el teléfono celular valorado en $250.
*Nombre ficticio para proteger la identidad de la víctima.