Un empleado de la Alcaldía Municipal de San Martín identificado como Luis Escamilla, murió a tiros la mañana de este lunes cuando estaba a punto de llegar a su lugar de trabajo.
La noticia del homicidio fue confirmada por la Fiscalía General de la República. El cuerpo de Escamilla quedó tendido en el pavimento, sobre la calle que divide la alcaldía municipal del parque central.
Extraoficialmente se maneja que los victimarios de Escamilla serían pandilleros que operan en el sector del parque central y alrededores, pero la hipótesis está siendo corroborada por la Fiscalía y la Policía.
Luego de conocerse la noticia, empezaron a hacerse públicas muestras de condolencia por parte de miembros de ARENA, partido al que pertenecía Escamilla y por el cual estaba postulado como candidato a concejal en las próximas elecciones legislativas y municipales de marzo de 2018.
Uno de los que manifestó sus condolencias, es el candidato a diputado de ARENA Emilio Corea, quien mostró indignación al recordar que tan solo el fin de semana pasado compartieron un acto proselitista en San Martín.
Horas más tarde la Alcaldía de San Martín publicó una esquela en la que no se hace mención al crimen ocurrido en las afueras de las instalaciones de la municipalidad.
San Martín en medio de una disputa territorial entre pandillas
Pandilleros del Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS) libran una encarnizada disputa territorial en San Martín, municipio al oriente de San Salvador donde en las últimas semanas se han disparado las estadísticas de asesinatos y amenazas contra la población.
En pleno centro del municipio, a pocas cuadras de la delegación de la Policía Nacional Civil (PNC), los ciudadanos han visto cómo mataron a un vendedor de cebollas, un panadero, un repartidor de gas propano, un músico, un vendedor de periódicos, ahora un candidato a concejal. Sin embargo, como es usual, nadie se atreve a hablar ni denunciar estos homicidios.
El parque central de San Martín se ha vuelto una carnicería humana. Ahí ya nadie puede caminar seguro y muchos ya ni se acercan porque ha sido el escenario de los últimos crímenes, pese a que enfrente está la alcaldía municipal y una parroquia.
Según la Policía, las personas asesinadas tenían vínculos con pandillas o vivían en zonas asediadas por una pandilla y trabajaban en un lugar donde opera la estructura delincuencial contraria.
A esta incertidumbre se añade que los habitantes en el Proyecto Santa Teresa tienen que caminar más para llegar a sus casas. Los autobuses de la ruta 140 no llegan hasta ese lugar porque los motoristas han sido amenazados por pandilleros aparentemente de la MS.