Un cabecilla del Barrio 18 facción Revolucionaria ─ uno de los testigos clave de la Fiscalía General de la República (FGR) en el caso tregua─ reveló este jueves en el Juzgado Especializado de Sentencia de San Salvador que el partido FMLN entregó a las pandillas $250,000 cambio de votos para las elecciones presidenciales de 2014.
Con el nombre clave de “Nalo”, durante su declaración aseguró que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) dio $150,000 a cambio de votos durante la primera vuelta en los comicios de marzo 2014. La suma creció durante la segunda vuelta electoral y el FMLN desembolsó otros $100,000.
Esas cantidades de dinero fueron acordadas por los miembros del FMLN Arístides Valencia y Benito Lara. El primero se desempeña actualmente como mi ministro de Gobernación y el segundo fungió como ministro de Justicia y Seguridad Pública al inicio del gobierno de Salvador Sánchez Cerén.
El trato también incluía que los pandilleros decomisaran el día de las elecciones los Documentos Únicos de Identidad (DUI) a los simpatizantes del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) para evitar que estos emitieran el sufragio.
Por otra parte, el testigo relató que el partido ARENA entregó $100,000 a las tres pandillas. “Paolo Lüers llegó a representar a ARENA y entregó el dinero” dijo Nalo.
Esta cantidad fue acordada tras la reunión en un rancho de Ilopango donde estuvieron presentes Ernesto Muyshondt, Salvador Ruano y jefes de pandillas, de acuerdo con el testigo.
Las revelaciones surgieron durante el cuarto día de juicio contra 18 exfuncionarios penitenciarios y personas vinculadas a la tregua entre pandillas. La Fiscalía acusaa Nelson Rauda, exdirector general de Centro Penales; Raúl Mijango, exmediador de la tregua, y 16 personas más de negociar reducir la baja de homicidios a cambio de otorgar beneficios carcelarios.
El nacimiento de la tregua
“Nalo” es un pandillero del Barrio 18 Revolucionarios que operaba en la comunidad Las Palmas, en las cercanías del Estado Mayor de la Fuerza Armada. Según la declaración brindada, el pandillero es uno de los principales involucrados en las negociaciones realizadas por Mijango y cabecillas de las diferentes pandillas involucradas en la tregua.
En marzo de 2012, Raúl Mijango convocó a los cabecillas de las diferentes pandillas para iniciar acercamientos con miras a pactar una tregua. Las reuniones se realizaron en el Café Don Pedro ubicado sobre la alameda Roosevelt, en San Salvador.
Mijango trasladó el mensaje de los cabecillas internos en el sistema carcelario para que las órdenes llegaran a los pandilleros de “calle”.
“Necesitamos su apoyo”, dijo Mijango, según el relato de “Nalo”, quien añadió que esto era para “reducir los homicidios”.
“Nalo” sostuvo desde esa ocasión se convirtió el vocero de la tregua con el Barrio en “la calle” y en las entregas de armas en plazas públicas.
La siguiente reunión, realizada siempre en el Café Don Pedro, se hizo un balance del número de homicidios y el traslado de los cabecillas del Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca hacia los penales de Izalco y Quezaltepeque.
En esta reunión participaron voceros de la pandilla Mara Salvatrucha, un pandillero identificado con el alias de «El Chivo»; un vocero del Barrio 18 facción Sureños identificado como “El Chafa» y “Nalo” por parte los Revolucionarios.
El testigo, asimismo, confirmó que la moneda de cambio de los pandilleros fue, como lo ha señalado el Ministerio Público, los beneficios carcelarios, entre los que destaca el ingreso de teléfonos celulares para los cabecillas al interior de los centros penales.
Sobre las entregas de armas en lugares públicos, “Nalo” señaló que se “entregaron 40 armas a cambio de 200 celulares” para los cabecillas recluidos en los penales.
Además indicó que se tenía acceso irrestricto en el sistema carcelario, aunque “escondía los teléfonos en cajas de pollo”.
Primera etapa de la tregua
En la primera etapa de la tregua, de acuerdo con “Nalo”, hubo 12 reuniones en el Café de Don Pedro. Posteriormente Mijango les informó que se tenía una oficina arrendada en la colonia Escalón, en las cercanías del “Hotel Novo”, para continuar con el proceso y las reuniones “informativas” se efectuaron cada ocho días desde el traslado.
Uno de los pedidos de Mijango fue «que no nos matáramos entre nosotros (pandillas); que no matáramos policías, miembros de la Fuerza Armada ni custodios (penales), pero a cambio se pidieron varios puntos», añadió.
La tregua entre pandillas inició el 8 de marzo de 2012. En esa misma fecha la Dirección General de Centros Penales (DGCP) realizó el traslado de 30 cabecillas de pandillas desde el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, hacia otras cárceles de menor seguridad.
Desde el 9 marzo de 2012, la cantidad de homicidios pasó de 14 a seis asesinatos diarios, en uno de los países considerados más sangrientos del mundo. En ese entonces, los cabecillas de pandillas dijeron que era un proceso de “pacificación entre pandillas”.
David Munguía Payés que fue ministro de Justicia y Seguridad entre los años 2011 y 2012, tiempo en el que las principales pandillas pactaron una reducción de homicidios calificó el proceso como un “gesto de buena voluntad”, dentro del “proceso de pacificación”, entre pandillas. Munguía Payés se desmarcó de su participación en este proceso de tregua, aunque celebró los resultados iniciales en la reducción del 60% de asesinatos.
La tregua finalizó en 2013, con la llegada de Ricardo Perdomo al ministerio de Justicia y Seguridad. Así lo confirma el testigo de la Fiscalía.
“Tras terminar la tregua nos reunimos con Mijango y Roberto Díaz (exinspector de Centros Penales) y acordamos subir los homicidios para meter presión (al gobierno)”, indicó el testigo clave.