El macabro hallazgo de las piernas de una mujer en un contenedor de basura de una residencial fue rápidamente esclarecido este miércoles con la detención del hermano de la víctima, que confesó haberla descuartizado.
Maurizio, de 62 años, es sospechoso de haber asesinado el lunes pasado a su hermana Nicoletta, de 59, y haber dispersado su cadáver, indicaron los medios de información.
Maurizio y Nicoletta vivían juntos en un apartamento del barrio de Flaminio, en el norte de Roma, justo frente a una escuela policial.
El sospechoso fue encarcelado este miércoles tras haber confesado el asesinato, llevado a cabo, al parecer, por diferencias económicas con su hermana, informaron los medios, citando fuentes policiales.
El caso, que ha tenido un gran impacto público, quedó al descubierto en la noche del martes cuando una joven que hurgaba en la basura se llevó el susto de su vida al encontrar las dos piernas de la víctima, que habían sido seccionadas a la altura de la ingle.
El miércoles por la mañana, la policía encontró el tronco y la cabeza de la víctima, que habían sido depositados en otro contenedor, situado a 2.5 kilómetros del primero.
La policía llegó rápidamente a Maurizio gracias a las cámaras de vigilancia del barrio, que captaron el momento en que vertía algo en el primer contenedor de basura.
El descuartizamiento de Nicoletta trajo el recuerdo del macabro descubrimiento en 2015 de una pierna cerca de un afluente del río Tíber.
En la pierna un tatuaje rezaba: «hoy es un buen día para morir».
Los investigadores identificaron rápidamente al fallecido, un ultra del equipo de fútbol Lazio, drogadicto y atracador reincidente.