El gobierno salvadoreño anunció este sábado que trabajará para evitar que en Estados Unidos se estigmatice a migrantes de su país, donde también actúa la Mara Salvatrucha (MS-13), a la que le ha declarado la guerra la administración norteamericana.
El presidente Salvador Sánchez Cerén sostuvo que con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, la comunidad migrante de su país afronta más retos y calificó como un error que se quiera estigmatizarlos.
«Con las últimas declaraciones se quiere victimizar a los salvadoreños migrantes. Es un fuerte error y en unión con ustedes debemos garantizar el derecho humano de todos los salvadoreños de ser tratados como personas», dijo el mandatario durante un evento con representantes de organizaciones de defensa de derechos de los migrantes.
Sánchez Cerén se refirió a lo expresado por Trump el pasado viernes, cuando calificó a la pandilla MS-13 de «animales» y abogó por una política de deportaciones más severa contra migrantes centroamericanos, de donde procede la mayor parte de la membresía de esta pandilla.
Por su parte, el canciller Hugo Martínez expresó: «Lo que no vamos a permitir es que se estigmatice a nuestra comunidad migrante».
Para defender a los salvadoreños, dijo Martínez, el gobierno utilizará «todos los recursos» legales, entre ellos las propias leyes estadounidenses, y en algunos casos instancias internacionales.
La Mara Salvatrucha, afirmó el jefe de la diplomacia salvadoreña, es una organización criminal transnacional que se «originó» en las calles de Los Ángeles, Estados Unidos, por lo que no solo está integrada por salvadoreños.
Además destacó que de los 190.000 salvadoreños que están actualmente amparados en el estatuto de protección temporal conocido como TPS en Estados Unidos, el 88% son «fuerza laboral activa» y de ellos el 53% tienen una hipoteca y están pagando por su lugar de vivienda.
Del total de salvadoreños que tienen TPS, 37.000 trabajan en la construcción, 22.500 en restaurantes y otros servicios, unos 12.000 en la agricultura y jardinería y 7.900 en hotelería.
«Entonces, no podemos aceptar -bajo ninguna circunstancia- que se quiera poner en un mismo paquete a la comunidad salvadoreña migrante, que es una comunidad honrada, pujante, trabajadora, con un pequeño grupo de personas que están en las organizaciones criminales», subrayó.
El funcionario dejó claro que «si Estados Unidos quiere combatir a las organizaciones criminales, estamos listos para hacerlo junto a ellos».
En la ruta de establecer la cooperación, recordó que el jueves y viernes estuvo en San Salvador el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, con quien «intercambiaron información» para frenar a las pandillas.
Sessions, que se reunió el viernes con los fiscales de Guatemala, El Salvador y Honduras, advirtió sobre el peligro de la expansión internacional de la MS-13, a la que calificó como una de las pandillas más brutales del mundo, cuyos «tentáculos» están incluso a pocos metros del Capitolio.