Agentes de la División Central de Investigaciones (DCI) de la Policía Nacional Civil (PNC) capturaron a un sujeto en momentos que intentaba traficar tres armas de fuego en las inmediaciones del monumento al Salvador del Mundo, en San Salvador.
El viernes por la tarde, un informante alertó sobre una transacción de tráfico de armas que se realizaría en alguna parte de la Alameda Manuel Enrique Araujo. Ese fue el dato que alertó a los investigadores policiales. Desde temprano montaron vigilancia sobre el referido lugar.
Cuando la carga vehicular se tornaba cada vez más densa, los investigadores clavaban sus miradas en los vehículos que parecían sospechosos. El trabajo de inteligencia comenzó a intensificarse. La amenaza era real.
El dato que faltaba para engranar la operación policial llegó. El punto de la transacción de armas sería una gasolinera ubicada frente al monumento al Salvador del Mundo. Los investigadores policiales llegaron hasta el lugar. Montaron vigilancia.
Pasaron unos minutos para que un vehículo Mitsubishi Mirage placas P291-843, color negro apareciera en el lugar. El fuerte polarizado alertó a los investigadores, que basados en su experiencia y corazonadas sabían que ese era el objetivo.
Antes de estacionarse, el conductor del vehículo dio una vuelta por la gasolinera, monitoreando la zona.
El conductor estacionó el vehículo y se bajó. Se conducía solo. Era un hombre que en sus manos portaba un bolso color negro. Ingresó a la tienda de conveniencia, buscó una bebida embotellada para justificar su presencia en el lugar. Era el momento. Los policías decidieron intervenir.
“¡Parate! Manos a la nuca” le dice un investigador al momento que se identifica como agente policial. “Dejá el bolsón” le indica de nuevo. El sujeto no presta resistencia y se muestra obediente.
Los agentes realizaronn el procedimiento. El sujeto fue identificado como Miguel Antonio Reyes, de 33 años de edad, mecánico de profesión. Al abrir la bolsa de mano que portaba el sospechoso, se encuentraron tres armas de fuego: Una pistola calibre 9 milímetros, una sub-ametralladora y un revólver calibre 38 milímetros. Todas con cargadores y municiones.
La información de Inteligencia Policial determinó que “una las armas es propiedad de la policial. Fue robada a un agente y tiene reporte de robo”, señaló una fuente y agregó que “las otras dos no poseen registro legal en el país”.
El objetivo de Reyes era vender las tres armas a miembros de pandillas que operan en San Salvador, aseguró la fuente.