El Salvador
jueves 28 de noviembre de 2024
Nacionales

PNC ordena a delegaciones realizar listado de policías alcohólicos

por Redacción


En la última semana, las pandillas han asesinado a seis policías, dos de ellos se encontraban bajo los efectos del alcohol.

La dirección general de la Policía Nacional Civil (PNC) ordenó a las delegaciones policiales realizar un “listado de personal con problemas de alcoholismo”, con el objetivo de identificar al personal más vulnerable ante ataques de las pandillas.

Las pandillas han arreciado los ataques contra agentes policiales. En los últimos nueve días esas estructuras delincuenciales han asesinado a seis agentes policiales y dos exsoldados.

Uno de los factores comunes, durante los ataques de los pandilleros contra el personal policial, es que estos se cometen usualmente cuando los policías gozan de sus días libres y en algunos casos se encuentran bajo los efectos del alcohol.

Diario1 tuvo acceso a un memorándum, fechado el 24 de julio de 2017 y firmado por el subcomisionado Hugo Adiel Bonilla Lara, jefe de la delegación de Santa Ana, en el cual epide a los mandos medios que «envíen de carácter urgente el listado de personal con problemas de alcoholismo”.

En el documento, el subcomisionado Bonilla recuerda al personal policial el incremento de atentados contra policías que se encuentran en sus días libres. Y agrega “que los últimos homicidios han sido en contra de personal que ha andado bajo los efectos del alcohol”.

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Fuentes consultadas de la delegación de Santa Ana señalaron que esto no se trata de una orden local, sino que es una “disposición girada por el director general para todas las delegaciones y dependencias”.

Desde hace nueve días se han aumentado los ataques contra agentes policías. Del 19 al 27 de julio, las estadísticas policiales registran seis bajas en nueve días. Esto representa un incremento de casi el 100% de los casos registrados comparados con el primer semestre del año.

El 19 de julio, el agente Víctor Alcides Díaz Nolasco, quien estaba destacado en el puesto cantón El Limón, en Soyapango, fue asesinado en la colonia La Campanera cuando bajo los efectos del alcohol visitaba a una mujer. El cuerpo fue desmembrado por pandilleros del Barrio 18 facción Sureños.

Posteriormente, el 22 de julio un grupo de pandilleros atacó al agente José Roberto Sánchez, mientras departía con un amigo en la colonia Esmeralda, del cantón Asuchio, en Zaragoza, La Libertad. Este hecho fue atribuido a pandilleros de la Mara Salvatrucha del sector del cantón Cangrejera, en La Libertad.

En lo que va del año, las pandillas han asesinado a 13 policías. En el año 2016 mataron a 46.

Todo parece indicar que las principales pandillas están intentando presionar al gobierno para sentarse a negociar otra vez la reducción de la violencia, infirió el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Ladaverde, el pasado sábado en el Festival del Buen Vivir en Quezaltepeque, en La Libertad

“Estamos ante una amenaza que la hemos tenido durante bastante tiempo”, dijo Ramírez Landaverde. Y agregó que los cuerpos de seguridad se encuentran bajo una “amenaza” desde el año 2013, año en el que finalizó la tregua pactada entre pandillas y la administración de Mauricio Funes, el primer gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Durante la tregua, los grupos delincuenciales redujeron los índices de homicidios a cambio de beneficios penitenciarios y la reducción de la operatividad policial. Sin embargo, aumentó el número de personas desaparecidas.

“Estos grupos no abandonan esa idea”, dijo Ramírez Landaverde, quien señaló que las pandillas buscan que “el gobierno se sienten y por medio del incremento de la violencia ellos puedan (pandilleros) exponer sus objetivos”.

La tregua entre las principales pandillas entre los años 2012 y 2013 potenció a las estructuras delincuenciales a tal grado que expandieron sus tentáculos a territorios en donde no habían logrado llegar. Además extendieron sus métodos para delinquir y adquirieron más armamento.

La suspensión de asesinatos inició el 8 de marzo de 2012. Ese mismo día, la Dirección General de Centros Penales (DGCP) realizó el traslado de 30 cabecillas de pandillas desde el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, hacia otras cárceles de menor seguridad.

Desde el 9 marzo de 2012, la cantidad de homicidios pasó de 14 a 6 asesinatos diarios, en uno de los países considerados más sangrientos del mundo. En ese entonces, los cabecillas de pandillas dijeron que era un proceso de “pacificación entre pandillas”.

David Munguía Payés fue ministro de Justicia y Seguridad entre los años 2011 y 2012, tiempo en el que las principales pandillas pactaron una reducción de homicidios en un “gesto de buena voluntad”, dentro del “proceso de pacificación” entre pandillas. Munguía Payés se desmarcó de su participación en este proceso de tregua, aunque celebró los resultados iniciales en la reducción del 60% de asesinatos.