La red de tiendas minoristas de barrios y comunidades estaría compuesta por más de 70,000 establecimientos, según un reciente estudio de FUNDES Latinoamérica, en coordinación por el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En esta red, conocida como el “canal tradicional”, están ocurriendo una serie de fenómenos que por años han permanecido ocultos y que dan cuenta de lo complejo que es mantener una tienda de conveniencia en un país como El Salvador.
De acuerdo con datos del estudio, entre los problemas que las tiendas enfrentan se mencionan los robos, asaltos, extorsiones y amenazas de pandillas u otros grupos delictivos, generando pérdidas económicas o hasta cierre de establecimientos.
Además, se estima que el trabajo de ser dependiente de tienda es de un promedio de 11 horas diarias y que el 80 por ciento de las personas que encabezan estos emprendimientos, son mujeres.
De los puntos más destacables en el estudio está el hecho de que solo tres de cada siete tenderos pueden contar con un salario propiamente dicho, por lo que los restantes suelen cubrir sus gastos de la caja sin ningún control.
Asimismo, menos del 20 por ciento de los tenderos, pueden contar con estudios más allá del nivel secundario, y las malas prácticas que se suelen cometer en las tiendas, le generan a los distribuidores mayoritarios de productos, pérdidas económicas de hasta 10%
FUNDES trabaja de cerca en torno a esta problemática, llevando a cabo proyectos que le ayuden a los tenderos a tener remuneraciones fijas, y que puedan capacitarse en buenas prácticas de manejo de productos.
El próximo 7 de junio se prevé la organización de la Primera Feria del Tendero, en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), en donde se espera dotar a los tenderos asistentes de oportunidades de capacitación y acceso a créditos para solidificar sus negocios.