El obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, de 75 años, será uno de los nuevos “príncipes de la Iglesia Católica” a partir del 28 de junio de 2017 por decisión del Papa Francisco.
Los sacerdotes católicos, en sus diferentes jerarquías, usan vestimentas diferentes y tienen su significado para la Iglesia.
El solideo − palabra latina significa «solo a Dios»− es un casquete que cubre la parte posterior de la cabeza−. Es el pequeño sombrero redondo de color morado que llevan los prelados. El Papa lo usa de color blanco; los Obispos y Arzobispos violeta, mientras que los cardenales lo llevan de color rojo, según la Agencia Católica de Informaciones, ACI Prensa.
Los “Príncipes de la Iglesia” se visten de rojo, el color de “la sangre derramada por Cristo”, pero en la ropa eclesiástica destacan también los colores morado, negro y blanco. Las sotanas de los llamados purpurados, los prelados que componen el colegio de cardenales, son rojas en ceremonias especiales.
Desde 1464, a los cardenales se les distingue por sus vestimentas de color púrpura escarlata (de ahí que se les llame purpurados).
El Papa y los cardenales llevaron la sotana roja hasta Pío V, quien, siendo dominico, en 1566 decidió seguir llevando el hábito blanco de su orden tras su elección como Romano Pontífice.
Sus sucesores continuaron con esta costumbre. Los cardenales se visten de rojo púrpura y recibían en el pasado el capelo cardenalicio, insignia de su dignidad, sustituido hoy en día por el birrete rojo.
Rosa Chávez, quien es obispo auxiliar desde 1982, será nombrado cardenal junto con cuatro prelados de otros continentes, siendo el primer salvadoreño en ser incorporado al colegio cardenalicio.
Originario de Morazán, Gregorio Rosa Chávez se ordenó como sacerdote en 1970 en la catedral de San Miguel. En su calidad de cardenal, a partir del 28 de junio formará parte del Colegio Cardenalicio.
De acuerdo con ACI Prensa, el título de Cardenal fue reconocido por primera vez durante el pontificado de Silvestre I (314-335). La creación de cardenales se lleva a cabo por decreto del Romano Pontífice a quienes elige para ser sus principales colaboradores y asistentes.
«Los Cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un Colegio especial cuya responsabilidad es proveer a la elección del Romano Pontífice, de acuerdo con la norma del derecho peculiar; asimismo, los Cardenales asisten al Romano Pontífice, tanto colegialmente -cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia-, como personalmente, mediante las distintas funciones que desempeñan, ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia universal», agrega.
En su primera reacción por el nombramiento, Rosa Chávez dijo este domingo a una radio local que siente una «gratitud profunda con el Señor y con el papa Francisco». «Es un regalo de Dios», sostuvo el obispo auxiliar.