La Fiscalía General de la República (FGR) informó que inició el proceso de extinción de dominio de la hacienda El Recolado, ubicada en el cantón Penitente Abajo del municipio de Zacatecoluca, en La Paz, y otros tres inmuebles vinculados al hallazgo de más de $14 millones en el año 2010.
El ministerio público adelantó que el proceso está a cargo de la Unidad de Extinción de Dominio de la FGR.
La noche del 1 de septiembre de 2010, agentes de la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fiscalía desenterraron dos barriles con 10.2 millones de dólares. Nueve días después, fiscales localizaron otro barril en la residencial Quinta de Las Mercedes, ubicada en Lourdes, Colón. Ese barril había $4.2 millones. En total, el dinero encontrado en los narcobarriles fue de 14.4 millones de dólares.
El dinero era producto del narcotráfico. El dueño era José Mario Paredes Córdova, un prominente narco guatemalteco conocido como El Gordo Paredes, a quien las autoridades de Honduras habían capturado en mayo del 2008 y extraditado a los Estados Unidos.
¿Por qué el dinero del narco guatemalteco fue encontrado en el país?
La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) no estaba conforme con la captura del Gordo Paredes y comenzaron a buscar la riqueza que este había acumulado. En alguna parte tenía que estar. Y no pasó mucho tiempo para obtener las primeras pistas.
Desde su captura, el Gordo Paredes delegó a Bildardy Ortega para que administrara el dinero que había obtenido de la venta de drogas. Le encargó moverlo, de forma oculta, hasta Panamá y entregárselo a Judith Alvarenga, su esposa.
Tras la captura de Paredes, Bildardy Ortega contactó a su hermano Kevin Ortega para que le ayudara a mover el dinero hacia El Salvador. Buscaron una finca en un recóndito cantón de El Salvador. La elegida fue la hacienda El Recolado.
Ahí se instalaron; y el dinero que habían movido, poco a poco, desde Guatemala, lo escondieron en unos barriles y lo enterraron en la finca. Lo de la ganadería era el camuflaje de lo que escondían.
El plan era utilizar algunos empleados de la hacienda, los de más confianza, para mover el dinero. Cada uno llevaría nueve mil dólares, a modo de no sumar $10 mil para evitar declararlo en el aeropuerto. Bildardy compró cuatro boletos con destino a Panamá: uno pare él, otro para Marta y otros dos para un hombre y una mujer.
Al mediodía del 31 de agosto, llegaron al aeropuerto, cada quien por su lado, como si fueran a viajar por separado. Un agente policial del aeropuerto notó que Bildardy estaba ansioso, inquieto, muy nervioso. El policía le pidió la maleta para hacerle una revisión más detallada.
Al registrar el equipaje, el policía encontró 8 mil ochocientos dólares en billetes de a 100. Lo cuestionaron. Bildardy dijo que era comerciante y que el dinero era para comprar mercadería en Panamá. Los agentes no le creyeron y continuaron buscando.
Al revisar los documentos, le encontraron cuatro reservaciones en el Hotel Roma Plaza, de Panamá. También le hallaron tres pasajes aéreos más a parte del suyo. Uno de esos estaba a nombre de Marta Elena Menjívar.
La Policía localizó a los tres salvadoreños. Los interrogaron y también les revisaron sus maletas. Cada uno llevaba 9 mil 400 dólares. Marta Elena se puso nerviosa y reveló que el dinero lo llevaba escondido en sus senos: 50 billetes de cien dólares en el derecho y 44 en el izquierdo.
Los tres coincidieron en sus declaraciones. Manifestaron que el dinero no era de ellos, sino de un guatemalteco que los había invitado a pasar unas vacaciones en Honduras. Agregaron que el traslado del dinero era “un favor” que le estaban haciendo al guatemalteco.
Pero, el interrogatorio fue intenso. Marta no soportó la presión y acabó revelando que el dinero lo habían ido a sacar, una noche antes, a una finca ubicada en Zacatecoluca. Incluso, detalló que los billetes los habían extraído de un barril que estaba enterrado ahí.
La Policía liberó a los tres salvadoreños, pero a Bildardy lo acusaron de llevar ocultos 36,900 dólares hacia Panamá. La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó, días después, en el Juzgado de Paz de San Luis Talpa por el delito de casos especiales de lavado de dinero.