El Salvador
miércoles 15 de enero de 2025

¿Por qué la niña privada de libertad por Barrio 18 apareció en bastión de la MS?

por Redacción


La mujer que cuidaba a la bebé, raptada por el Barrio 18, vivía en una zona donde predomina la Mara Salvatrucha (MS).

Enzo Alidea Fuentes Velasco, alias “El Chele”, es un miembro de la Pandilla 18, facción Revolucionaria. Este pandillero, quien guarda prisión desde agosto de 2016 por diversos delitos y a quien se le señala de ser un cabecilla de la clica Tinettis Locotes, es el autor intelectual del doble homicidio ocurrido en Nejapa, el miércoles pasado, y de la privación de libertad de una niña de dos meses de edad.

El director general de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, dijo que según informes de inteligencia “El Chele” ordenó matar a su expareja. Esta orden no la cumplió cualquiera dentro de la estructura delincuencial de los Tinettis Locotes. La orden la cumplieron José Fidelino Pérez López, alias “Scrapy”, y Osvaldo Corado Ramírez, alias “Jocker”, ambos palabreros.

Enzo mandó a matar a su expareja y madre de su hija, Diana Lisbeth Lemus García, de 21 años, y a su cuñada, Yamileth de siete años. Diana fue asesinada porque “tenían cuentas pendientes” después de terminar la relación con El Chele y tener nueva pareja. Yamileth es una víctima colateral. La hija de “El Chele” y Diana desapareció, la Policía Nacional Civil (PNC) la rescató en la comunidad La Selva de Ilopango, un bastión de los enemigos de “El Chele”, la Mara Salvatrucha (MS).

Foto PNC

Foto PNC

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El miércoles pasado, a las 5:30 de la tarde, una llamada de emergencia alertó que sobre la calle de tierra que conduce al cantón Guadalupe de Nejapa, se localizaron los cuerpos de “una mujer vestida con una blusa azul con manchas verdes, jeans y zapatos deportivos, y una niña con uniforme escolar de entre seis y siete años”.

Al verificar la información, la Policía confirmó que las víctimas fueron atacadas con arma de fuego. En un primer momento se sospechó que eran madre e hija.

Los dos cuerpos fueron llevados a la morgue del Instituto de Medicina Legal, en San Salvador. Pasaron 26 horas para que la mujer y la niña, las dos con disparos en la cabeza, tuvieran identidad. Eran Diana Lisbeth Lemus García y Yamileth. No eran madre e hija como se dijo en un inicio. Eran hermanas.

De acuerdo con la investigación realizada por la PNC, Yamileth, Diana y su hija de dos meses de edad fueron engañadas. Una mujer les habría ofrecido ropa para la hija de “El Chele”. Alrededor de las 4 de la tarde abordaron un vehículo sobre la Avenida Independencia. Una hora más tarde Yamileth y Diana fueron encontradas con disparos en la cabeza sobre un camino de tierra en el cantón Guadalupe de Nejapa.

Howard Cotto dijo que con engaños de “personas que se conocían por el lugar donde trabajaban (en el mercado Tinetti de San Salvador)” fueron entregadas a presuntos miembros de la pandilla Barrio 18. Las tres mujeres fueron entregadas a sus victimarios en las cercanías de un centro comercial ubicado sobre el bulevar de Los Héroes.

Los pandilleros, que se presume fueron Jocker y Scrapy, las llevaron a Nejapa y las asesinaron. A la pequeña de dos meses la entregaron a terceras personas, mientras recibía la orden de cuál sería el siguiente paso.

Esta orden tardó en llegar. El revuelo del caso hizo que bajaran el ritmo a la operación que habrían iniciado. En este lapso la pequeña de dos meses fue entregada a Jackeline Lisseth Cortez Aguirre, de 29 años y perfilada por la PNC como una vendedora de droga del municipio de Ilopando. Esta mujer fue la designada por el Barrio 18, para que cuidara a la hija de “El Chele”.

En este caso, de la cadena de ilícitos cometidos en una semana por los pandilleros, pasó algo peculiar. La hija de un cabecilla de la Pandilla 18 Revolucionaria estaba cautiva por orden de su padre en el territorio enemigo. La niña, que fue entregada a una supuesta traficante de drogas se encontraba en la comunidad La Selva, el cual es un territorio controlado por la Mara Salvatrucha (MS-13).

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Foto PNC

Foto PNC

La tarde del sábado pasado, el sistema de Video Vigilancia del Sistema de Emergencia 911 de la PNC detectó que sobre la alameda Juan Pablo II se conducía un vehículo sospechoso. Era un Kia Forte, color gris, placas P758346.

Todas las patrullas del sector acudieron. Era el vehículo se utilizó para cometer el doble homicidio en Nejapa. Una patrulla se condujo a toda velocidad en sentido contrario sobre el carril segregado del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (SITRAMSS). La captura se realizó en la intercepción de la alameda Juan Pablo II y calle Concepción, a dos cuadras en donde se vieron con vida la última vez Diana y Yamileth. En ese momento se informó de la detención de siete personas en vías de investigación.

En ese momento se abrió el caudal de información. Inteligencia procesó de inmediato toda lo recopilado.

Pasadas las seis de la tarde, el director de la PNC Howard Cotto informó por medio de su cuenta de Twitter del procedimiento y confirmó “heroicos policías rescatan con vida a la niña de 2 meses privada de libertad el miércoles después del asesinato de su madre”.

El Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, acudió a verificar el procedimiento del rescate de la pequeña. “Se encuentra en buen estado”, dijo al tiempo que señaló que se realizarían pruebas de ADN para confirmar el parentesco.

La hija de Diana y “El Chele” se encontraba en una vivienda ubicada en el pasaje 15 de la comunidad La Selva en Ilopango. Es un reconocido territorio de la MS. Ahí la cuidaba Jackeline Lisseth Cortez Aguirre.

“Simplemente ella alega no saber. Se la trajeron para cuidarla y que la tuviera unos días nada más y no sabía por qué”, dijo Douglas Meléndez la noche del sábado en declaraciones publicadas a las 7:12 de la noche en momentos que se realizaba el procedimiento de rescate.

La mujer no fue detenida para ser investigada, pese a que fue sorprendida “cuidando” a una niña de dos meses de edad privada de libertad.

Por su parte, el director de la PNC dijo que “esa fue una decisión que se tomó en el lugar, por la colaboración que había tenido esta persona en el hecho material de la entrega de la niña, en no realizar ninguna acción para esconderla o evadir la justicia por. Pero hasta ese momento, nosotros no la consideramos como una persona que pudiera tener información clave del caso”, aseveró.

Al concluir el procedimiento policial solo pasó hora y media para que los pandilleros de la Mara Salvatrucha salieran de sus guaridas y buscaran a Jackeline Lisseth Cortez Aguirre y la asesinaran.

El jefe policial dijo que a Cortez Aguirre fue contactada por pandilleros de la 18 para que “cuidara” a la niña durante “un tiempo” no determinado.

«Jackeline Lisseth vivía en un sector donde hay presencia de la pandilla MS y, además, trabajaba en una zona céntrica de San Salvador. Hasta donde tenemos conocimiento se había involucrado también en acciones de distribución de droga», afirmó Howard Cotto la tarde del domingo en una conferencia de prensa.

«Esta estructura criminal tiene una visión absolutamente utilitarista e instrumental de las mujeres», indicó el comisionado Cotto.

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El caso de las hermanas asesinadas en Nejapa y dónde se encontró a la bebé raptada ha dejado varias interrogantes. Por ejemplo, ¿cómo la menor privada de libertad por el Barrio 18 fue encontrada en un bastión de la MS?, ¿por qué no se capturó en vías de investigación a la persona que cuidaba a la menor en cautiverio?