Dos prestigiosos empresarios neoyorquinos, que conocen la trayectoria de Rafael Flores, se acercaron a Diario1 para expresar su extrañeza por la manera cómo la embajadora Jean Manes, ha manejado el caso del ciudadano estadounidense-salvadoreño Rafael Flores, ya que consideran que este ha sido encarcelado injustamente en El Salvador.
Manifestaron que ellos acudieron al Departamento de Estado norteamericano para indagar sobre qué tipo de acciones había tomado la embajada de EE.UU en el país, en especial qué asistencia ha dado la sede diplomática a Rafael Flores.
“La decepción fue darnos cuenta, por parte del segundo al mando de la embajada, que no estaban enterados de ese caso”, dijeron. Eso les pareció sumamente extraño porque el encarcelamiento de Flores fue ampliamente difundido por los medios de comunicación en El Salvador.
También se mostraron sorprendidos que la persona que denunció a Rafael Flores fuera el alcalde de La Unión, Ezequiel Milla Guerra, quien ha sido señalado de tener vínculos con el narcotráfico.
La embajadora Jean Manes apareció recientemente en una fotografía con el alcalde Ezequiel Milla Guerra en el marco de un evento en La Unión. Para los empresarios neoyorquinos, es preocupante que la información de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) no fluya hacia la embajada y la diplomática aparezca en actos públicos con un funcionario edilicio salvadoreño señalado por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
Embajadora Jean Manes, el Fisal General Douglas Meléndez y otros funcionarios.
Asimismo, aseguraron que llama la atención el hecho que la embajadora está trabajando en cercanía con la Fiscalía General de la República, lo cual es una contradicción porque tal vez Rafael Flores tendría un mejor trato en su procesamiento.
La trampa
Flores fue arrestado el pasado 19 de diciembre, en un hecho que atribuye a una “trampa” tendida por el alcalde del municipio de La Unión por el partido ARENA, Ezequiel Milla.
Según una carta escrita por Jennifer Flores, hija de Rafael, y dirigida al exembajador de Estados Unidos en El Salvador, Charles Glazer, Milla se ofreció para financiar un evento que organizaba su padrem en el que se acordó que el edil sería uno de los homenajeados.
Milla le solicitó a Rafael Flores que se reunieran en El Salvador, porque este tomó un avión el pasado 17 de diciembre, en un viaje del que debía regresar dos días después, pero nunca lo hizo.
La hija del publicista sostiene en su carta que el 19 de diciembre en horas de la noche, su familia recibió una llamada de Rafael Flores, en la cual no dejaba de repetir: “fue una trampa”, lo cual dejó confusión en el núcleo familiar.
La familia Flores tiene motivos para pensar que dicha trampa la había tendido el alcalde Milla. La joven Jennifer mencionó que en algún momento, su madre leyó un mensaje de texto en el que el alcalde Milla le dijo a su esposo: “Si vienes a El Salvador, te doy todo lo que tú quieras”, lo cual le pareció sospechoso.
Rafael Flores.
Ese mismo 19 de diciembre, Flores llamó a su familia por la mañana, para que conocieran al alcalde. Según Jeniffer Flores, su madre dijo que había sido la primera vez que vio a alguien esconder su rostro, de la forma en cómo Ezequiel Milla lo hizo durante la videollamada, lo que aumentó las sospechas.
Fue la última vez que tuvieron comunicación con Rafael Flores, cuya captura fue anunciada el 20 de diciembre en El Salvador. Posteriormente fue enviado a prisión preventiva, luego se le decretó instrucción formal. Jeniffer Flores recalca que la comunicación con los abogados de la familia ha sido escueta, debido al riesgo de que los teléfonos puedan estar intervenidos.
En las noticias trascendió que Milla había denunciado a Rafael Flores ante la Fiscalía por presunta extorsión. En la opinión de la familia, la Fiscalía no revisó si dichas denuncias eran verídicas o no y el mismo Rafael Flores insistió, ya cuando se encontraba detenido, que nunca extorsionó a Ezequiel Milla.
Dicha familia, además, niega categóricamente las acusaciones contra Rafael Flores, de que él y otra persona más, se hacían pasar por agentes de la DEA, y afirman que no existen documentos presentados ante instancias judiciales que constaten la acusación de hacerse pasar por agente de la DEA.
El alcalde Ezequiel Milla guerra guarda muchas similitudes con Juan Umaña Samayoa, edil de Metapán: Además de coincidir en ser ambos alcaldes de importantes municipios del país −que están estratégicamente ubicados en el corazón de dos zonas claves fronterizas del país, donde siempre se ha sabido que se mueve la mayor cantidad de tráfico de droga, armas y otros productos de contrabando− también se les asocia directamente como dos de los más importantes y activos miembros del más grande y tal vez más antiguo cártel de la droga en El Salvador: El Cártel de Texis.