El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

Así murieron tres pandilleros al enfrentarse a dos policías en San José Villanueva

por César Méndez Madrid


Tres pandilleros murieron el miércoles al enfrentarse a policías en el caserío Las Cruces del cantón Escalón, en el municipio de San José Villanueva, departamento de La Libertad. Ya hubo otros dos choques armados en ese municipio durante este año.

Lourdes barría la tierra blanca que está afuera del portal de su vivienda en el caserío Las Cruces del cantón Escalón. Su hijo jugaba con un carrito y una tabla. Jugaba a que el carro salía disparado a gran velocidad.

Eran las 5:15 de la tarde. Lourdes lo sabe porque esperaba a que saliera un programa de televisión que acostumbra a ver en una televisora local. Por eso apuraba la barrida. En la calle un carro Ford Focus, color café, conduce a tres jóvenes. Ahí va José Amilcar Cerna, “El Vago”, el que manejaba era Jonathan Steven Letona, al que iba en el asiento de atrás no lo conocía. Se conducían con dirección al cantón El Espíritu Santo. No le dio importancia. “El Vago”, era reconocido. Era el palabrero de la clica que opera en San José Villanueva de la Mara Salvatrucha (MS).

A las 5:25, cuando el canal que tenía sintonizado Lourdes, hacía la transición de un programa a otro con una serie de anuncios comerciales. “El Vago” pasó de nuevo, iba de regreso. “Se escuchó un frenazo y comenzó la balacera”.

“El Vago” se encontró con agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y comenzaron una nutrida balacera. Fueron alrededor de 30 minutos de plomo e insultos, según testigos.

“El Vago iba en el asiento del pasajero del Ford Focus. Al ver el patrulla, disparó sin dudar desde el interior del vehículo. Dos balazos con una 9 milímetros rompieron el parabrisas. Después salieron del vehículo. Se cubrieron con él.

Los policías, con más destreza en este tipo de hechos, cruzaron la patrulla. Dos impactos de las balas de “El Vago” no lograron entrar en el cuerpo de ninguno de los uniformados. “Después de los primeros balazos se comenzaron a insultar”, dice Lourdes

– Salgan del carro – dijo un agente.

– Come mierda perro – contestó uno de los pandilleros y se escucharon balazos. los policías respondieron con armas de grueso calibre.

– Se van morir, perros hijos de puta – decía otro pandillero y más plomo tronaba; no se sabe de parte de quién.

Lourdes, al escuchar eso, agarró a su hijo y corrió. Dejó el televisor encendido y la escoba tirada. Corrió al cuarto del fondo y abrazó a su hijo.

Foto D1. Salvador Sagastizado. Calle principal del caserío Las Cruces del cantón Escalón, en el municipio de San José Villanueva. Lugar donde fallecieron tres pandilleros tras enfrentarse a policías.

Foto D1. Salvador Sagastizado. Calle principal del caserío Las Cruces del cantón Escalón, en el municipio de San José Villanueva. Lugar donde fallecieron tres pandilleros tras enfrentarse a policías.

***

San José Villanueva es un municipio pequeño, de un poco más de 32 kilómetros cuadrados de extensión. Su población es de 17,966 habitantes. Sus cinco cantones y 15 caseríos, no cuentan con agua potable, al menos no el 70 por ciento de la población. Esta es una de las deudas sociales que se ha heredado en las diferentes administraciones.

La tranquilidad de un pueblo se rompió desde hace unos años. Desde que unos inversionistas decidieron comenzar a construir una serie de residenciales exclusivas.

San José Villanueva parecía un paraíso rural para vivir, pero desde hace tres años las estadísticas no acompañan esa tranquilidad. Desde el año 2015 el municipio supera los cien homicidios por cada cien mil habitantes, de acuerdo con estadísticas de la PNC.

“Donde quiera es peligroso”, dice un señor que carga leña sobre su espalda. “Es que no hay ninguna parte que sea tranquila. Por allá, por acá, por todos lados está jodido”, afirma mientras con la mano que le queda libre señala para delante, para atrás, a la izquierda y a la derecha. “El único lugar tranquilo es acá”, dice. Él se encuentra sobre la 3 calle poniente, a un costado del puesto policial.

Tres conos al centro de la calle son la señal del puesto policial y quienes respetan estas señales se desvían por otro camino. Pero en este pueblo no parece ser así. Dos conductores pasan sus vehículos sin percatarse que policías trabajan sobre la calle. A los dos no les importó.

Frente al puesto policial de la localidad aparca un carro patrulla. Sus asientos alguna vez fueron acolchonados. Ahora quien se sienta en ellos siente los hierros y harapos de la tapicería. En el interior de la casa sede policial, frente un escritorio, se mantiene sentada una mujer en camiseta azul oscura y pantalón de fatiga. Es la única agente, los otros dos andan patrullando.

San José Villanueva cuenta con seis agentes policiales. Tres por turno. La relación población-agente policial es de un policía por cada seis mil habitantes. Una situación precaria para el cuerpo de seguridad ya que dicen sentirse “abrumados” por la ola delincuencial que afecta el municipio.

“Es bien desgastante, cuando pasa una emergencia a uno le toca quedarse acá y dos salen para ver qué ocurre”, dice la mujer agente.

En lo que va del año, los seis agentes han repelido tres ataques de pandilleros. El primero ocurrido en el mes de enero que dejó como saldo a un integrante de la MS fallecido y uno lesionado; el segundo ocurrió el mes de febrero, dejando como saldo a dos pandilleros fallecidos.

Foto Red Informativa.

Foto Red Informativa.

***

Cuando “El Vago” y los otros dos pararon las balas, dejaron un par de tiros para la huida, “putearon” a los dos agentes de la PNC. Dos corrieron para el muro que divide el caserío Las Cruces con la residencial La Hacienda, el otro buscó dirección para una vivienda que tenía un portón abierto.

Corrieron y dispararon. No pudieron huir. Los cuerpos quedaron sobre el asfalto, la sangre de los tres formó una V. Mientras corrían, disparaban y les dispararon. “Ahí quedó el muchacho. Él era bien conocido entre todos los cipotes”, dijo Lourdes, quien después de todo pudo salir del cuarto.