Preparaban sus equipos de pesca como redes y anzuelos y salían a cualquier hora hacia alta mar, pero su objetivo no era pescar sino facilitar el paso de cocaína del cártel de Sinaloa por las costas salvadoreñas, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad, Ramírez Landaverde, al referirse a la desarticulación de una red vinculada al narcotráfico.
La mayoría de los detenidos reside en la playa San Diego, en el municipio del Puerto de La Libertad, donde incluso alojaban en sus viviendas a narcotraficantes suramericanos que cruzaban la costa salvadoreña con destino a Guatemala. Todo era una fachada.
La Fiscalía y la Policía anunciaron un «fuerte golpe» a una red de narcotraficantes que opera en El Salvador, integrada principalmente por supuestos pescadores artesanales, lo que podría suponer que algunos viven humildemente; sin embargo, según el funcionario, son propietarios de ranchos y restaurantes ubicados en la zona costera.
“La mayoría se dedican a la pesca artesanal, pero como una actividad netamente de fachada, algunos son propietario de ranchos, de negocios y su fachada con la que operan es dedicarse a la pesca artesanal en ese sector. La mayoría no tiene relaciones entre sí. La mayoría se dedican a esa actividad; sin embargo, su actividad principal eran el apoyo que brindaban a las actividades de esta actividad delictiva”, dijo Ramírez Landaverde luego que se diera a conocer la captura de 22 personas por este caso.
“Las estructuras locales son más bien estructuras de apoyo, que proporcionan ese apoyo logístico proporcionando combustible, lugares de estadía, alimento, entre otras cosas, pero básicamente las sustancia ilícitas llevan rumbo al norte del continente y sobre todo a Guatemala, al departamento de San Marcos, habían varios lugares donde la droga era trasladada de manera terrestre y continuaba hacia el norte del continente”, recalcó el encargado de la seguridad pública del país.
Más de dos años de investigaciones dieron sus frutos, según las autoridades, quienes afirmaron que en 2016 decomisaron 400 kilogramos de cocaína a cargo de esta estructura criminal, lo que representó un duro golpe y la pérdida de $10 millones para el negocio del Cártel de Sinaloa.
Ramírez Landaverde confirmó que durante el operativo realizado en los departamentos de La Libertad, Sonsonate, San Salvador y Usulután, se decomisaron tres armas cortas, una escopeta y un fusil calibre 22. Además aproximadamente $4,000 en efectivo, los cuales según el ministro, provienen de los servicios prestados a narcotraficantes internacionales.
Las autoridades enfatizaron que continuarán en la lucha contra la criminalidad, las pandillas y el narcotráfico, por lo que el ministro aprovechó para solicitar a los diputados una prórroga de las medidas excepcionales en seguridad pública.