Voceros nacionales de la pandilla MS13 confirmaron el pacto acordado con el oficialista partido FMLN para ganar las pasadas elecciones presidenciales de 2014, durante una entrevista concedida al periódico digital El Faro.
Los cabecillas de pandilla confirmaron este hecho, en el marco de una serie de entrevistas en la que manifestaron su intención de ofrecer un diálogo “de alto nivel” al gobierno, que a juicio de la agrupación criminal, servirá para reducir los altos índices de violencia que vive el país, con cerca de 90 asesinatos por cada 100,000 habitantes.
En un tramo de la entrevista, los líderes de pandillas demandaron al gobierno retomar las conversaciones iniciadas durante la campaña presidencial de 2014, para consolidar un proceso de pacificación.
“Si se abre una mesa de diálogo, y se brinda una mano para dar una vuelta a esta cosa, hay que aprovechar, porque se está derramando sangre de todos lados: gente inocente”, hizo ver uno de los pandilleros con los que se reunió El Faro.
El 31 de enero de 2014, Diario1 publicó una entrevista con uno de los principales cabecillas del Barrio 18 de la zona norte de San Salvador, quien confirmó que su agrupación y el partido FMLN, tenían un acuerdo para que los miembros de pandillas ayudaran electoralmente a la fórmula efemelenista de Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz.
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Uno de los periodistas de este medio se reunió en esa ocasión con el cabecilla pandilleril en una antigua estación abandonada de ferrocarril. El cabecilla señaló que aceptaron la propuesta del FMLN por ser “el que nos da mayor seguridad”.
“Nosotros lo que tenemos ahorita es la negociación con los del Frente (…) Ahora lo que tenemos que hacer es arruinarle la fiesta a los del otro partido”, especificó el líder pandilleril, unos cuantos días antes de la segunda vuelta de la elección presidencial, que enfrentó a Salvador Sánchez Cerén del FMLN y a Norman Quijano de ARENA.
Agregó que para la segunda vuelta de 2014, su pandilla movilizaría 11,000 personas en el norte de San Salvador, para asegurarse que los acuerdos se cumplirían, y que este convenio era “aparte de la tregua”.
Otra de las cosas confirmadas por el cabecilla pandillero entrevistado, fue que otras pandillas en el sector también negociaron con gobierno y partidos políticos, pero que cada uno hizo su negociación por separado.
Las palabras expresadas por los voceros de la pandilla MS al periódico digital El Faro, vienen a confirmar la revelación hecha en mayo de 2016, de la grabación de una reunión en 2014 entre el actual ministro de Gobernación y en ese entonces diputado del FMLN, Arístides Valencia, y voceros nacionales de las tres principales pandillas del país.
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Ese audio confirmó la alianza establecida por el FMLN con las pandillas MS y las dos facciones del Barrio 18 para lograr que el entonces candidato presidencial Salvador Sánchez Cerén, ganara la presidencia del país en las elecciones presidenciales de 2014.
La publicación muestra que Arístides Valencia sostuvo una reunión con cabecillas de las tres pandillas, en la que revisan el trabajo hecho por ambas partes en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2014.
Uno de los pandilleros sostiene que se siente “satisfecho” por el trabajo realizado, aunque comentó se encontró con “algunas dificultades”; mientras que Valencia deja planteada la posibilidad de una continuidad de dicho acuerdo, para la segunda vuelta electoral.
En la primera vuelta, los votos del FMLN fueron insuficientes para evitar el balotaje, instancia en la que el candidato efemelenista, Salvador Sánchez Cerén, ganó con un escaso margen de un poco más de 6,000 votos.
Otro aspecto de la reunión entre los pandilleros y Valencia, es que este último mencionó sobre un apoyo por parte de su partido para que aquellos denominados como “pandilleros” y sus familias, pudieran renovar sus documentos únicos de identidad (DUI) para no tener inconvenientes a la hora de votar.
Cabe mencionar que en un punto de la grabación, los reunidos mencionan la entrevista hecha por Diario1 en 2014 al cabecilla de pandillas que constató un pacto entre las pandillas y el FMLN.
Al respecto, el ministro de Gobernación dijo que el motivo de dicha reunión fue malinterpretado y que él debía atender las inquietudes de dichas personas tras un evento de campaña, al igual como lo haría con cualquier otro ciudadano.
Las revelaciones sobre una negociación entre el FMLN y las pandillas vuelven a resurgir, a raíz de la propuesta lanzada por la MS13 de entablar un diálogo con el gobierno, en el que le piden opciones para que sus miembros activos puedan abandonando las pandillas y reinsertarse en la sociedad.
El otro componente del diálogo ofrecido por la pandilla MS es plantear la desarticulación del grupo criminal, fundado entre finales de los años 80 y principios de los 90, por inmigrantes salvadoreños en barrios deprimidos en Estados Unidos, y que ha crecido hasta convertirse en un grupo criminal transnacional, catalogado de esa forma por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La condición que imponen las pandillas para que una posible desarticulación se llegue a plantear, es que el gobierno llegue a plantear el diálogo “con seriedad”.
La tesis planteada por el gobierno de Salvador Sánchez Cerén es que no existe ni existirá una negociación con pandillas que implique beneficios para estos grupos. En enero de 2015, el presidente Sánchez Cerén dejó entrever que el gobierno de su sucesor, Mauricio Funes, sí pactó reducción de homicidios con las pandillas.
El exmandatario Funes, actualmente un asilado político en Nicaragua, ha negado en repetidas ocasiones que dialogó con pandillas, sino que su gobierno solo “facilitó” un acuerdo entre las principales pandillas.
Frente a la propuesta lanzada por la pandilla MS, el gobierno no ha sentado una posición clara, pero los titulares de la cartera de Seguridad, entre ellos el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, y el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, han expresado su rechazo a la idea.
La dimensión del fenómeno de las pandillas en El Salvador
El origen y funcionamiento de las pandillas MS-13 y Barrio 18 es bastante similar. Ambas surgieron a principios de los años 80, en barrios deprimidos de importantes núcleos urbanos en Estados Unidos, donde se concentraba población de origen hispano.
No obstante, ciertos estudios datan que en los años 50 se pueden encontrar algunas agrupaciones que pueden ser consideradas como los antepasados de estas pandillas rivales.
Según la publicación especializada Insight Crime, la membrecía de la pandilla MS-13 se ubica en alrededor de 70,000 personas, solo en los países conocidos como el “Triángulo Norte” centroamericano (El Salvador, Guatemala y Honduras). Los cuales son sus principales bastiones.
En cambio, esta misma publicación ubica el número de elementos del Barrio 18 en todo el continente americano, entre unos 30,000 a 50,000. Se cree que, alrededor del año 2005, esta pandilla sufre un cisma del que surgen dos facciones: sureños y revolucionarios.
En El Salvador, la mayoría de los cabecillas de la facción sureña se encuentran recluidos en centros penales, mientras que el grueso de los líderes del lado revolucionario, nunca ha enfrentado la justicia.
Ambas pandillas se rigen en pequeñas agrupaciones conocidas como “clicas”, las cuales responden a un mando superior. En el caso de la pandilla MS, la más numerosa de las dos, información de inteligencia de la Fiscalía salvadoreña sostiene que esta se conforma de por 249 clicas que se agrupan en 48 programas a nivel Nacional.
Autoridades señalan que ambas pandillas incurren en actividades delictivas relacionadas con armas, artefactos o sustancias explosivas, agentes químicos o biológicos, armas de destrucción masiva o artículos Similares
Asimismo, miembros de dichas pandillas son comúnmente acusados de delitos como actos preparatorios, proposición y conspiración para el cometimiento de actos de terrorismo contra la vida y la integridad personal.
Además se cree que estos grupos han empezado a mutar para convertirse en organizaciones detrás de ilícitos como lavado de dinero, tráfico de drogas, personas y armas.