Los lujos con los que viven los cabecillas de la Mara Salvatrucha está generando una sangrienta lucha en el interior de dicha estructura criminal, aseguró este lunes el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde.
El funcionario se refirió al homicidio de un pandillero ocurrido el domingo en el penal de máxima Seguridad de Zacatecoluca, La Paz, donde tres reos engañaron a uno de sus compañeros y lo hirieron de gravedad.
El pandillero, quien cumplía una pena en dicho recinto, fue llevado de emergencia a un hospital de la zona, pero murió por gravedad de las heridas.
Lo anterior, según Ramírez Landaverde, forma parte de una disputa interna en dicha estructura criminal, la cual ha causado múltiples muertes dentro del sistema penitenciario y en las calles del país.
“Hay detrás de este ilícito una situación grave, que es un conflicto muy fuerte, dentro de este grupo delincuencial, donde hay toda una parte que está en desacuerdo con el hecho que sus cabecillas se hayan lucrado, se hayan beneficiado y que haya quedado en evidencia en el país, que ellos obtuvieron grandes ingresos, que no llegaron a la mayoría miembros de su grupo delincuencia sino que lo usaron para su beneficio personal”, dijo el titular de Justicia y Seguridad.
“Dentro del mismo grupo delincuencial, la MS 13, hay un conflicto muy fuerte que se expresa tanto fuera como dentro del sistema penitenciario y que ha arrojado estos hechos y estas víctimas”, añadió el encargado de la Seguridad Pública de El Salvador.
El 28 de julio pasado, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Nacional Civil (PNC) realizaron la operación “Jaque” que dejó la confiscación de varios restaurantes, moteles y prostíbulos, propiedad de la Mara Salvatrucha, los cuales habían sido adquiridos con dinero proveniente de las extorsiones y del delito de lavado de dinero.
Asimismo, las autoridades decomisaron varios autobuses de la ruta 6, que opera entre San Salvador y Cuscatancingo, y vehículos propiedad de dicha estructura criminal que eran comercializados legalmente para obtener ganancias.
La operación “Jaque” también dejó múltiples capturas y evidenció los lujos en los que vivían los cabecillas de dicha estructura criminal, quienes incluso residían en residencias privadas, frecuentabas ranchos de playa e inscribían a sus hijos en colegios reconocidos del país.
Los cabecillas, mandos medios y los sectores bajos de la pandilla se mantienen enfrentados por la distribución del dinero, según las autoridades de Justicia y Seguridad, lo que los ha obligado a tomar medidas preventivas en los penales de Chalatenango, Izalco y Ciudad Barrios, donde se encuentran recluidos miembros de la Mara Salvatrucha.
“Lo que cabe destacar es que mantenemos el problema de un fuerte conflicto dentro de una estructura delincuencia que es la que está provocando estos hechos”, reiteró Ramírez Lanvaderde al confirmar otros asesinatos, por la misma causa, dentro del penal de Izalco, Sonsonate.
Las autoridades habían confirmado conflictos internos en la pandilla 18, pero es primera vez que señalan el mismo problema dentro de la Mara Salvatrucha.