La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó recientemente a autoridades estadounidenses información referente a al menos 20 empresas ligada a personeros del denominado Cártel de Texis, una organización criminal que controla el trasiego de drogas en el occidente del país, según publicó este miércoles el rotativo La Prensa Gráfica.
Lo anterior fue confirmado por el Fiscal General Douglas Meléndez, quien al ser cuestionado por un periodista de dicho medio dijo que ya se había tramitado un suplicatorio en torno al caso, pero que no sabía en qué estado se encontraba el pedido.
De acuerdo con la publicación de La Prensa Gráfica, la información solicitada en el suplicatorio atañe a al menos 20 compañías y actividades financieras relacionadas con Adán Salazar Umaña, mejor conocido como “Chepe Diablo”, persona que encabezaría dicho Cártel, de acuerdo con informes de inteligencia.
Las pesquisas también apuntarían a Juan Umaña Samayoa, alcalde de Metapán; Wilfredo Guerra, hijo de Umaña Samayoa y presidente de Agroindustrias Gumarsal; y José Adán Salazar Martínez, hijo de “Chepe Diablo”.
Citando fuentes al interior del sistema judicial, incluido un magistrado de Corte Plena, el rotativo menciona que la información solicitada estaría relacionada con investigaciones por lavado de dinero en la que estarían inmiscuidas las personas antes señaladas.
El fiscal Douglas Meléndez ha dicho dos veces durante su gestión que el caso contra el Cártel de Texis estaba engavetado desde la administración de Luis Martínez, pero que él lo retomó. Esta acción constituye la primera acción penal de gran alcance contra el Cártel y sus presuntos miembros, desde que en abril pasado se anunció la reapertura del caso por parte de la Fiscalía.
Además sostuvo que la información solicitada tiene que ver con estados financieros de las empresas que están bajo la lupa, y también cree que pudo haber filtración de información hacia los implicados.
Con relación al estado de la investigación contra el Cártel de Texis, en los últimos meses el fiscal ha recibido una serie de llamados a acción por parte de diversos sectores de la sociedad estadounidense, como el caso del congresista federal demócrata James McGovern y el exagente de la DEA destacado en El Salvador, Danny Dalton. De acuerdo con informes de inteligencia de la Policía Nacional Civil, el Cártel de Texis estaría encabezado por José Adán Salazar, un empresario que que desde el 30 de mayo de 2014 fue designado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dentro de la lista de personas bajo la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, conocida como “lista Kingpin”.
Salazar, quien ha diversificado sus negocios al rubro hotelero y de granos básicos, es según la pieza de correspondencia, el principal señalado por el Ministerio de Justicia y Seguridad de liderar el cartel de Texis, organización que controla el trasiego de droga en el oriente del país, y que de acuerdo con informe de inteligencia, mantiene vínculos con grupos delictivos de la misma índole en Guatemala.
La decisión del presidente Obama, cita la pieza de correspondencia, se basó en los reportes de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC), una dependencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, lo cual surge de un largo seguimiento contra el empresario, además que abre la puerta para que diversas empresas estadounidenses le den persecución, al igual como lo han hecho contra otros capos de la droga en países como México.
Tras la declaración presidencial, los estadounidenses y las empresas con base en ese país tienen prohibido hacer negocios con las empresas ligadas al narcotraficante en cuestión. La alerta se extiende a estructuras migratorias, aduanales, policiales y de otros aparatos de la seguridad de Estados Unidos.
Este hombre, quien llegó a ser el presidente de la Liga Mayor de Fútbol salvadoreño, es señalado además de tener una sociedad desde hace 16 años con el vicepresidente Oscar Ortiz, sobre la cual el vicemandatario dice que ya lleva varios años de estar inactiva.