Este domingo en la madrugada, la Policía Nacional Civil (PNC) fue literalmente aguafiestas. Un grupo de policías encapuchados irrumpió en la fiesta de la boda de un hijo del expresidente Antonio Saca con una orden de captura girada por la Fiscalía General de la República.
Los visitantes inesperados llegaron alrededor de la una de la madrugada a la Hacienda de los Miranda, ubicada en la final de la Calle Las Rosas, Colonia La Sultana, Antiguo Cuscatlán. De inmediato, según testigos, el nerviosismo se apoderó de las personas que estaban en la fiesta, sobre todo de los recién casados.
Un testigo dijo que la esposa del hijo del exmandatario “se súper tripió”, mientras que Saca negociaba con la Policía para que no se armara un mayor escándalo. Por ello no fue esposado y el arresto se realizó en el parqueo de la Hacienda.
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Unidades élites de la PNC rodearon el lugar de la fiesta y no dejaron salir ni entrar a nadie mientras no se efectuaba la captura del expresidente, quien la Fiscalía le imputa los delitos de de peculado, agrupaciones ilícitas y casos especiales de lavado de dinero y activos.
Mientras Saca negociaba que no lo esposaran y llamaba a sus abogados, la música se interrumpió. Los invitados, especialmente los más allegados a las familias de los recién casados, trataban de mantener la calma y hacer ver que nada pasaba, pero otros se pusieron muy nerviosos ante el despliegue de la Policía y el hecho de capturar al expresidente.