El Salvador
sábado 16 de noviembre de 2024

Mujer quita arma a su cuñado que la violó y lo mata en Quezaltepeque

por Israel Serrano


El juzgado de Paz de Quezaltepeque determinará si deja libre a la mujer o la procesa por haber matado a su violador.

Un hombre identificado como Rogel Augusto Sosa del Cid violó a su cuñada tras amenazarla con un arma de fuego. La víctima aprovechó un descuido del agresor, tomó la pistola y lo mató luego de dispararle en doce ocasiones.

La víctima, cuya identidad ha sido protegida y que conoceremos como Marlene, hace un mes y medio se mudó a vivir con su hermana y su pareja, debido a que había encontrado un empleo en un hotel de la zona en el municipio de San Juan Opico, departamento de La Libertad.

El hombre no mostró oposición alguna para que su cuñada de 19 años, durmiera en su casa y compartir con ella uno de los cuartos de la vivienda ubicada en la residencial Jardines del Valle del municipio de Quezaltepeque, La Libertad.

La noche del 17 de septiembre, Marlene se encontraba en la vivienda cuando llegó Sosa del Cid, quien solicitó algo de cenar, sació su hambre y posteriormente salió a una tienda cercana a comprar cervezas y licor.

El sujeto regresó a su casa portando varias cervezas y le solicitó tomar algunas bebidas alcohólicas, pero ella se negó y se fue a su habitación.

Marlene llamó por teléfono Julia y le dijo que sentía miedo porque estaba sola con su pareja en la casa y él estaba completamente ebrio.

Julia le pidió encerrarse en su cuarto y le aseguró que ella estaría pendiente de su marido a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas.

Así lo hizo, durante parte de la noche, la mujer escribió y llamó telefónicamente a su marido, pero hubo un momento en que ya no respondió más.

La mujer también llamaba Marlene, pero tampoco contestó, lo que alertó a Julia y decidió llamar a unos familiares para que la llevaran a su vivienda. Sin embargo, sus parientes le aseguraron que estaban en San Salvador y se tardarían un poco en llegar y llevarla a Quezaltepeque.

Durante este tiempo, el hombre abrió en una ocasión el cuarto de Marlene, pero solamente se quedó mirando hacia la cama. Ella, asustada, puso pasador a la puerta y se puso a pedirle a Dios que su cuñado no le hiciera daño.

Aproximadamente a las 12:30 de la media noche, es decir, al inicio del domingo 18 de septiembre, el hombre forzó la puerta, se abalanzó contra Marlene, la golpeo y tras amenazarla con un arma de fuego, la violó.

Sosa del Cid continuó golpeando a Marlene, a quien privó de libertad durante aproximadamente una hora. La mujer aprovechó un descuido del hombre, tomó el arma y lo mató tras dispararle en 12 ocasiones.

Vecinos del lugar escucharon los disparos y llamaron al sistema 911 de la Policía Nacional Civil (PNC).

Luego de matar a cuñado, la mujer salió semidesnuda a la calle, solamente tapándose con una toalla, y pidió ayuda al vigilante del lugar, confesó haber sido violada y haber matado a su agresor.

Aproximadamente a la 1:30 de la madrugada, tres agentes de la Policía se hicieron presentes al lugar, encontrando a la mujer con una crisis nerviosa, quien reiteró haber sido violada por el hombre que se encontraba muerto. Marlene se entregó a las autoridades.

El informe de Medicina Legal detalló que la mujer presentaba lesiones en el rostro, cuello, en uno de sus pechos, una de sus manos y en sus brazos.  Además, el examen ginecológico con firmó la violación en su contra.

Asimismo, el peritaje psicológico determinó que la mujer mató a su cuñado en medio de una “crisis de angustia ante el hecho” y al considerar una real amenaza contra su integridad física y moral.

La víctima sufrió una “grave perturbación de la conciencia”, concluye el peritaje de Medicina Legal.

Ante lo anterior, la Fiscalía consideró que Marlene actuó en defensa propia, por lo tanto, debe ser liberada de cargos por el delito de homicidio simple.

El requerimiento fiscal fue presentado ante el Juzgado de Paz de Quezaltepeque, el que programará en los próximos días la audiencia inicial para determinar si deja en libertad a la víctima de violación o la procesa por haber matado a su violador.