En el último día que le autoriza la ley, el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, presentó la propuesta del presupuesto general de la nación para el año 2017, el cual asciende a $4,957. 8 millones, unos $97 millones más que lo aprobado el año anterior.
El gasto público para el próximo año se presenta en un período tumultuoso, en medio de exigencias de médicos, maestros y policías para que les mantengan beneficios económicos, ya que el gobierno ha dicho que tiene limitantes financieras para cumplir.
El presupuesto presenta un recorte de $79.3 millones en los bienes y servicios que adquirirá el gobierno, respecto al año pasado; además de $18.2 millones en recorte de pago a subsidios.
Según el ministro Cáceres, la principal fuente de financiamiento del presupuesto son los impuestos tributarios, los cuales aportan $4,306 millones, asimismo anunció que en los próximos días el gobierno anunciará un “severo decreto” de austeridad pública.
El funcionario señaló que muchas dependencias del Ejecutivo han visto recortes en sus presupuestos, dando prioridad a la cartera de Seguridad pública y Justicia.
Igualmente aprovechó la ocasión para volver a solicitar a los partidos políticos que acuerden una reforma fiscal que corrija el problema fiscal del gobierno en al menos 3% del Producto Interno Bruto (PIB), aunado a una reforma de previsiones que aminore la carga del Estado en al menos 1% del PIB.
“Llamamos al sector privado a presentar una propuesta de reforma que corrija el problema fiscal de las pensiones y nos comprometemos a evaluar solo lo relacionado con lo fiscal”, sostuvo Cáceres.
La solicitud se da, luego que la Asamblea Legislativa aprobara una reforma a la Ley del Fideicomiso de Operaciones Previsionales (FOP), que le permitirá al gobierno pagar con deuda su compromiso de honrar los Certificados de Inversión Previsional (CIP) que vencen el 9 de octubre próximo, lo que evita que el estado salvadoreño caiga en impago con las instancias monetarias internacionales.