El Salvador
martes 26 de noviembre de 2024
Nacionales

La muerte de “Chente Cabra”, el otrora terror de San Pedro Perulapán

por Redacción


Los pobladores todavía sufren las secuelas psicológicas y físicas por los hechos de violencia que fueron organizados y realizados por Chente Cabra en la zona.

La violencia volvió al cantón La Esperanza, municipio de San Pedro Perulapán en Cuscatlán: un motorista y un cobrador de la ruta 542 fueron asesinados este miércoles por hombres que utilizaron pasamontañas y quienes, sin mediar palabra, dispararon a quemarropa y luego, huyeron por las veredas.

El pasado domingo, los habitantes de la comunidad se enteraron que Candelario Vivas, conocido como Chente Cabra, murió en un enfrentamiento con la Policía. Él era principal cabecilla de la pandilla MS en el sector.

La muerte del cabecilla ha incrementado el temor entre algunas personas que creen que desencadene más violencia. “Con la muerte de Cabra, siento miedo pero yo le pido fuerzas a Dios para que haya paz en este cantón”, aseguró a Diario 1 una de las vecinas de la comunidad.

Chente Cabra era un hombre moreno, de complexión delgada y con corte militar. Siempre estaba armado y cometía sus hechos delictivos utilizando gorro pasamontañas que, al momento de ejecutar a sus víctimas, se lo quitaba para que vieran su identidad por última vez.

El cabecilla de la MS era personificado como el mismo demonio por los habitantes de La Esperanza. “Ese hombre hacía pactos con el diablo. Decían que buscaba niños pequeños o a las embarazadas para matarlos y comerse sus entrañas. Era como el diablo”, dijo una de las habitantes de la zona.

Los pobladores todavía sufren las secuelas psicológicas y físicas por los hechos de violencia que fueron organizados y realizados por Chente Cabra en la zona. El 31 de julio de 2015, él junto a otros seis miembros de la MS irrumpieron en una casa, donde se celebraba un cumpleaños.

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“Cuando estábamos haciendo fila para repartir la comida, llegaron unos hombres encapuchados a la casa y dispararon a los niños, mujeres y ancianos. Yo me fui al otro lado de la casa. Él se sentía famoso en el cantón”, recordó una de las sobrevivientes de este hecho.

En este incidente, Leidy, una niña de siete años junto a otros dos niños fueron asesinados y hubo una decena de heridos que fueron traslados al hospital más cercano. A la semana, el mismo grupo delictivo atacó un bus en el cantón el Rodeo. En la masacre, hubo cinco fallecidos.

“He perdido dos hermanos en esta comunidad. Yo no salgo de mi casa. Uno vive atemorizado. Uno pone su confianza en Dios”, relató otro sobreviviente.

Por cuatro años, la policía intentó capturar sin éxito a Chente Cabra. El pandillero conocía muy bien el cantón y sus alrededores, lo que le permitían escapar sin ser encontrado. Además, sus hombres siempre lo alertaban de la llegada de la policía a la zona.

Sin embargo, el pasado domingo, Chente Cabra decidió visitar a su novia después de rajar leña para su familia. “Ya vengo”, le dijo a sus familiares y se marchó a la casa de su prometida a escasos kilómetros de su vivienda.

Foto D1, Salvador Sagastizado.

Foto D1, Salvador Sagastizado.

No fue solo. Iba acompañado por cinco individuos que siempre le custodiaban a donde quiera que fuese en el cantón y sus alrededores. Sus ropas eran oscuras, similares a la vestimenta policial .Al aproximarse a la casa de su novia, Chente Cabra, junto a sus acompañantes, fueron sorprendidos por un grupo policial que rodeaba la vivienda.

Al verse emboscado, inició un enfrentamiento armado con los policías, quienes se escondieron en unos matorrales, árboles y detrás de la casa. Después de un prolongado enfrentamiento entre las autoridades y el grupo de Chente Cabra, reinó el silencio. Una bala perforó el pecho del jefe de la clica, dejándolo muerto en el instante. Debido a la fuerza del impacto, su cuerpo fue encontrado al fondo de un barranco.

“Él no era ningún delincuente. Si tanta era la gana, lo hubieran agarrado y se lo hubieran llevado”, manifestó una de los familiares de Candelario Vivas a Diario 1. “Ni la mamá, ni la esposa, ni las hermanas pudieron ver su cuerpo, después del enfrentamiento armado, sino que hasta después del cuerpo”.

Según la policía, Chente Cabra fue el autor material e intelectual del asesinato de al menos 20 personas en el sector de San Pedro Perulapán, uno de los municipios con mayor índice delincuencial en el país en los últimos años y estaba catalogado como uno de los 100 más buscados.

Foto D1, Salvador Sagastizado.

Cantón La Esperanza. Foto D1, Salvador Sagastizado.