Ana, nombre ficticio para esta historia, es una adolescente de 13 años de edad residente en el municipio de El Congo, Santa Ana. La menor de edad fue violada en varias ocasiones por su propio padre, quien le dijo que le compraría anticonceptivos para que no quedara embarazada y así poder abusar sexualmente de ella cuando él quisiera.
Este caso inició el agosto de 2015, cuando Ana fue de visita a la casa de su abuela paterna. La niña se encontraba descansando en una hamaca cuando su padre llegó a la vivienda y se aseguró que no hubiera nadie para acosarla sexualmente.
Antonio N., de 33 años, llevó a la fuerza a su hija a unos cuartos de la vivienda, donde le contó lo difícil que ha sido su vida. Posteriormente, le solicitó amablemente quitarse su ropa, pero ella se negó rotundamente.
El hombre enfureció y quitó violentamente la vestimenta de la adolescente, ella trató de salir del cuarto, pero su padre biológico la forzó y la violó.
Tras cometer el hecho, Antonio amenazó a muerte a la menor de edad y le advirtió que no fuera a contar lo sucedido a su madre ni a nadie.
Ana guardó silencio y soportó el daño psicológico por la violación, pero el hecho volvió a suceder. Nuevamente su padre la obligó a tener relaciones sexuales, pero esta vez, el sujeto le dijo que le compraría anticonceptivos para que no quedara embarazada y así poder violarla cuando él quisiera.
El pasado 14 de octubre de 2015, Ana no pudo más y decidió contarle a su abuela materna los abusos que sufría a manos de su propio padre. La mujer comentó lo que sucedía con la madre de la adolescente y ambas decidieron poner la denuncia respectiva.
Fue así, como el mismo día, las autoridades capturaron a Antonio y lo acusaron del delito de Violación en Menor e Incapaz contra su propia hija de 13 años de edad.
El caso llegó a las instancias judiciales y el Tribunal 1° de Sentencia de Santa Ana condenó al imputado a 20 años de prisión y el pago de $320 en concepto de responsabilidad civil.