• Tenga muy claro cuál es la meta que quiere alcanzar, ya sea comprar casa, estrenar vehículo, adquirir un bien o servicio, planear unas vacaciones, programar sus estudios o asegurar su jubilación, y verifique que ésta sea medible, especifica, temporal, alcanzable y significativa. Recuerde que un objetivo claro es más fácil tener la motivación para ahorrar.
• Revise cuidadosamente sus ingresos y sus gastos y realice un presupuesto con el fin de precisar qué porcentaje de dinero puede destinar para su ahorro. Reduzca, distribuya y suprima algunos gastos de tal manera que pueda separar una cantidad para ahorrar. No importa que sea pequeña, lo fundamental es crear el hábito y hacerlo con disciplina.
• Una vez establecido el propósito y con un presupuesto claro, defina el tiempo que va a tardar para cumplir su objetivo de ahorro; si éste es a corto, mediano o largo plazo. De esta manera sabrá el momento en que su meta será tangible y su sueño una realidad.
• Elija cuál es el tipo de ahorro más apropiado para su fin. En el mercado financiero, existen una variedad de productos que serán buenos aliados para lograr su objetivo. Ya sea un ahorro programado para la cuota inicial de su futura casa. Una cuenta de ahorros para estar más cerca de tener las llaves de su vehículo, o un fondo de pensiones voluntarias para mejorar las condiciones de su jubilación.
• Una vez inicie este proceso, no olvide que no debe tocar este dinero ni darle otra destinación. Busque la forma de evitarlo, ya sea invirtiéndolo o poniéndolo en una cuenta que tenga penalidades por retiros.
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