Un pandillero del Barrio 18 perteneciente a la clica HVLS que opera en la ciudad de Santa Ana, fue asesinado por sus mismos compañeros tras ser señalado como “soplón” e informante de la Policía Nacional Civil (PNC).
El delincuente, cuya identidad no fue proporcionada por la Policía, estaba siendo vigilado por otros pandilleros, quienes le seguían los pasos para corroborar que filtraba información de dicha estructura criminal ante las autoridades.
Ante las sospechas, uno de los palabreros ordenó su asesinado, el cual se concretó a mediados de 2013 a un costado de la terminal de buses Francisco Lara Pineda del centro histórico de la ciudad.
Este homicidio, es uno de tres asesinatos cometidos por el Barrio 18 en Santa Ana, los cuales fueron cometidos entre enero de 2009 y agosto de 2013. Una víctima más sobrevivió a una lluvia de balas luego de ser atacado por pandilleros de la zona.
La investigación de la Fiscalía determinó que otro de los homicidios fue cometido frente a una cervecería sobre la calle José Mariano Méndez y Avenida Fray Felipe de Jesús Moraga, donde fue ultimado un supuesto ladrón que se hacía pasar por miembro de la 18 para cometer sus fechorías.
Asimismo, un pandillero de la Mara Salvatrucha murió a balazos al interior del mercado Plazuela Colón, de Santa Ana.
Por estos hechos, la Policía capturó a ocho pandilleros y desarticuló la clima que intimidaba a los ciudadanos, quienes fueron identificados como Sonia Jeaneth Mendoza Estrada, alias “seca; José Alexander Castro Ramos, alias “Gato”; Ronald Alexander Chávez Mendoza, alias “Platanero” y Norma Marlene Bolaños de Hernández, alias “Chata”.
Además, José Manuel Velis Linares, alias “Negro”; Iris Elena Castro, alias “Liona”; Douglas Ernesto Fuentes Solórzano, alias “Snoopy” y Lucila Morelia Rodríguez Flores, alias “Chichuda”.
Otro de pandillero cómplice de los hechos es Salvador Enrique Portillo Girón, alias “Chespirito”, quien fue declarado rebelde desde la etapa de instrucción.
Luego de valorar las pruebas contra los acusados, el Tribunal Especializado de Sentencia de Santa Ana condenó a los imputados a penas de entre 55 y 15 años de prisión.