Luego del traslado de más que 1,200 reos del centro penal de Cojutepeque hacia otros recintos carcelarios del país, la Fiscalía General de la República, en coordinación con la Policía Nacional Civil (PNC), realizó una requisa con la que finalizó “una era de corrupción” en dicho centro penal.
A través de su cuenta de Twitter, la Fiscalía informó que durante la requisa se incautaron 46 teléfonos celulares, 39 cargadores, 83 baterías, 96 chips, 39 manos libres, cuatro paneles solares portátiles, dos máquinas de hacer tatuajes, Tinta china para tatuajes, un cortavidrio, cuatro cinceles y 580 porciones de hierba marihuana.
Estos, según la Fiscalía, son los últimos ilícitos que había en el lugar que ahora quedará a disposición de las autoridades para que tenga otro uso.
El traslado de reos se da luego que los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declararan inconstitucional el hacinamiento en los centros penitenciarios del país por violentar los derechos mínimos de los reos.
Ante esta declaratoria, la Dirección General de Centros Penales decidió desocupar el penal de Cojutepeque, por ser uno de los que peores condiciones para los reos presentaba y trasladar a estos hacia otros penales.
El director de Centros Penales, Rodil Hernández, aseguró que los reos serán trasladados a las nuevas “fases” del penal de Izalco que todavía están en construcción. Por el momento, el hacinamiento carcelario en el sistema penitenciario del país es de cerca del 250 por ciento en general; sin embargo, hay cárceles específicas, como el penal de mujeres, en el que la sobrepoblación ronda el 900 por ciento.