El Salvador
miércoles 27 de noviembre de 2024
Nacionales

El terrorífico cementerio clandestino de la MS en los manglares de Usulután

por Redacción


Cuerpos humanos cortados en 40 o hasta 60 pedazos han sido los hallazgos de un cementerio clandestino encontrado en los manglares de Usulután.

En sus 29 años ejerciendo la medicina forense, el jefe de la región oriental 2 del Instituto de Medicina Legal (IML), Douwlas Matute, dijo que nunca había visto nada igual a lo encontrado el pasado 22 de junio, cuando un cadáver cortado en 50 pedazos fue localizado en la isla de Ojuste, al sureste del departamento de Usulután.

“Me quedé asombrado, ya llegó a su máxima expresión la barbarie para generar terror”, señaló Matute. Para el forense, el hecho que un cuerpo sea mutilado en pedazos tan pequeños solo puede considerarse como “acto de terror”.

El cadáver encontrado el 22 de junio fue el primero extraído de un cementerio clandestino utilizado por la pandilla MS, la cual opera en la zona. La víctima era un hombre de entre 60 y 70 años de edad y solo fue identificado como “Don Luis”, un líder comunitario de la zona que colaboraba fuertemente con las autoridades.

Fue precisamente esta colaboración, especialmente con la Policía Comunitaria, lo que le valió la muerte a “Don Luis”. Según investigaciones policiales preliminares, la MS lo había amenazado días atrás de su asesinato, el cual ocurrió mientras se conducía en su pick up, del cual fue violentamente sacado.

El lugar escogido para sepultarlo es bastante inusual. Está cubierto de manglares y en un terreno lodoso, característico de estos bosques. Matute explicó que cuando sube la marea, el lugar casi se cubre por agua y básicamente nadie vive ahí.

A ese lugar fue enviado desde el 22 de junio un equipo del Instituto de Medicina Legal con la encomienda de desenterrar más cadáveres, porque tras la extracción de los restos de “Don Luis”, las autoridades advirtieron la existencia de más cuerpos que corrieron la misma suerte del líder comunitario

Hasta el momento han sido recuperados cuatro cuerpos, con la ayuda de técnicas de antropología forense y el apoyo de la Unidad Criminalística de la Fiscalía General de la República, liderada por el Ing. Israel Ticas. Matute expresó que no se sabe con certeza cuántos cuerpos estarían en el cementerio clandestino.

Fuentes policiales estiman que actualmente 30 personas se encuentran desaparecidas en el departamento de Usulután. Pese a los hallazgos macabros y a que se continúan reportando desapariciones, desde que las pandillas anunciaron un cese a los homicidios el 26 de marzo de este año, la cifra de muertos diarios ha experimentado un declive sustancial en los últimos tres meses, de un promedio de 22 a menos de 11 al día.

No obstante, el gobierno se atribuye el logro por la reducción de homicidios y la aplicación de medidas extraordinarias de seguridad, tanto en zonas de alto peligro como en cárceles.

EXHUMACION POZO PANDILLAS 3

Foto D1, Salvador Sagastizado.

Todos los cuerpos encontrados hasta ahora en el cementerio han sido cortados en pequeños pedazos que van desde los 40 hasta los 60 fragmentos, todos sin la menor posibilidad de ser reconocidos, ya que sus osamentas fueron cortadas en varias porciones.

Matute llama a esta técnica de cercenamiento de cadáveres como “fragmentación” y describe que en todos los casos los cuerpos encontrados en el cementerio clandestino tenían el brazo desprendido del hombro, el antebrazo del brazo y la muñeca del antebrazo; los muslos estaban separados de la pelvis, la pierna de los muslos y los pies de las piernas; también los cuerpos tendrían, todos aparentemente del sexo masculino, tendrían los genitales separados.

Para hacer estos cortes, el experto cree que fueron usados objetos contundentes como machetes, corvos o hachas. Aunque no descarta el uso de sierras eléctricas en los crímenes, lo considera poco probable, porque una sierra eléctrica deja la piel magullada, mientras que los cuerpos encontrados fueron fragmentados en cortes finos.

“Debe haber sido una persona con mucha habilidad para manejar objetos contundentes (…) Las personas que trabajan en el campo son muy hábiles en el uso de herramientas contundentes”, apuntó el forense.

Otras fuentes al interior del IML confiaron a Diario1, bajo condición de mantenerse en el anonimato, que las víctimas pudieron haber estado vivas al momento en que eran mutiladas, debido a que la piel que rodeaba a los restos humanos encontrados mostraba inflamación.

Sea como haya sido, el método usado por los criminales para enterrar dichos restos también es inusual. De acuerdo con Douwlas Matute, los pandilleros habrían cavado huecos delgados y profundos con semejanza de guacales para echar allí los pedazos de humanidad.

“A los cuerpos los fragmentan así para que el espacio donde los guardan no sea grande”, indicó el especialista, quien agregó que esta es una forma con la cual los criminales quieren borrar cualquier evidencia”.

“Hemos llegado al máximo nivel de maldad, el llegar a seccionar un cuero así (…) El lujo de barbarie es una constante en Usulután”, lamentó Matute.