Julio y Claudia era aparentemente un pareja feliz que vivía en una colonia de Soyapango. Sin embargo, sus dos hijos, uno de 17 años y otro de 14, fueron testigos de la violencia intrafamiliar que había en el hogar, la cual posteriormente llegó hasta un intento de asesinato.
Los casi 20 años que la pareja convivió fueron un “infierno” para Claudia, según lo relató a las autoridades. Su marido, ahora de 43 años, siempre evitó que continuara con sus estudios académicos o que buscara un trabajo y en reiteradamente la señalaba de ser una inútil.
“Machista” y “violento”, son algunos de los calificativos como Claudia describe a Julio, quien a pesar de los maltratos, siempre cumplía con sus responsabilidades económicas y solventaba todos los gastos de la familia.
Sin embargo, hace unos años, el hombre comenzó a consumir alcohol con mucha frecuencia, al punto de abandonar su trabajo, olvidarse de la familia y prácticamente, según el testimonio de Claudia, se convirtió en un “mantenido”.
La paciencia de la mujer llegó hasta mediados de 2012 cuando decidió terminar con la relación y lo echó de la casa.
“No te voy a dejar ser feliz nunca. Te voy a matar”, fue la respuesta que Claudia obtuvo del hombre; pero la mujer tomó dichas palabra a la ligera y nunca pensó que algún día cumplía con sus amenazas.
A pesar de la separación, Julio continuaba acosando a su expareja, la seguía por las calles y la hostigaba. A las 2:00 de la tarde del 29 de diciembre de 2013, Claudia caminaba sobre la acera de la alameda Juan Pablo II en San Salvador, exactamente frente a la alcaldía municipal, cuando bruscamente un hombre la tomó por el cuello; era Julio, quien portaba un puñal en sus manos.
“Mirá lo que te traigo”, le expresó Julio a Claudia, y acto seguido le dio una puñalada en el cuello.
Tras un breve forcejeo, el hombre logró someterla y le ocasionó otras heridas en el cuello. Y para asesinarla, según él, le incrustó con toda su fuerza el chuchillo en el cráneo, a tal grado que el puñal se quebró.
El hombre, al verse sin su arma, huyó del lugar y se perdió entre el bullicio del centro capitalino.
La mujer fue auxiliada por personas que se encontraban en una sala de belleza. La propietaria del establecimiento llamó a la Policía y la víctima fue trasladada por una patrulla hacia el hospital Rosales.
Después de ser atendida por los médicos del hospital, Claudia se recuperó de las heridas.
El Juzgado 4° de Paz de Soyapango giró orden de protección a favor de la mujer para evitar que su expareja se le acercara, pero el hombre continuó con el acoso, la buscaba en la escuela donde estudian sus hijos y en ocasiones lo observó afuera de su trabajo.
Finalmente, el hombre fue capturado el 9 de abril de 2015, mientras caminaba por la calle al Volcán, cantón San Roque, Mejicanos, donde se le informó que estaba siendo acusado de feminicidio en grado de tentativa contra la madre de sus hijos.
El caso se encuentra en el Tribunal 6° de Sentencia de San Salvador a la espera del juicio penal contra el imputado.