Uno a uno los empleados del lujoso restaurante de comida china ubicado en la Zona Rosa, de la colonia San Benito de San Salvador, fueron llegando para desarrollar sus labores, sin pensar que ese día sería serían encañonados por delincuentes que los privarían de libertad y les robarían sus pertenencias personales.
Jeannette C., de 43 años, por años había laborado como cajera del establecimiento, se había ganado la confianza de sus jefes, al punto, que tenía las llaves para abrir el local y permitir el ingreso de sus compañeros.
La mujer conocía a la perfección las operaciones del restaurante y contactó a cuatro hombres que se encargarían de realiza un asalto, usarían armas de fuego y se llevaría todo el dinero que se encontrara en el local.
Jorge Humberto García Peraza, Moris Arturo Ramírez Medina, Nahúm de Jesús Cárdenas Salazar y Hugo Nelson Ayala, dijeron estar de acuerdo en el robo y privación de libertad de los empleados del restaurante de comida china. Todos residían en la ciudad de Santa Ana.
Aproximadamente a las 10:00 de la mañana del 26 de julio de 2010, tres hombres armados ingresaron al restaurante, uno más se quedó en la calle dando labores de vigilancia, encañonaron al vigilante y le quitaron su escopeta de equipo. Además colocaron en el suelo, boca abajo, a todos los trabajadores y daban patadas a los que intentaban levantar la cabeza para ver el rostro de los delincuentes.
Uno de los asaltantes preguntó quién era la cajera, inmediatamente Castro Morales se identificó y el criminal le solicitó entregar el dinero de la caja registradora. La mujer inicialmente dijo que no había efectivo en el lugar, pero ante la insistencia entregó $8,047.08 al sujeto.
Los asaltantes huyeron del lugar a bordo de un vehículo color amarillo, se llevaron el dinero en efectivo, celulares y prendas personales de los empleados. Posteriormente, denunciaron ante la Policía y se iniciaron las investigaciones del caso.
Las autoridades dieron con el paradero de un sujeto que sabía del asalto, pero se negó a participar en el mismo, quien se convirtió en testigo protegido y relató cómo se planeó el robo y las personas que participaron en el mismo.
El testigo protegido afirmó que un sujeto apodado “Momo Murgas” se encontraba recluido en uno de los centros penales de la zona occidental del país, al parecer, mantenía algún tipo de relación con la cajera del restaurante.
El detenido solicitó a la mujer dinero para pagar el abogado que lo defendería en tribunales y le propuso asaltar el lugar donde trabajaba. La mujer aceptó y un día antes del atraco contactó a los otros sujetos, quienes rápidamente se organizaron para cometer el delito.
El testigo relató que los delincuentes contactaron a un taxista “pirata”, es decir, que opera de forma ilegal, quien los llevaría desde una gasolinera ubicada sobre la carretera de Santa Ana a San Salvador, frente a Ciudad Real, hasta la colonia San Benito de la capital.
Los delincuentes se reunirían en el redondel Brasil con la cajera y a las 10:00 de la mañana iniciaría el asalto y la mujer se haría pasar como víctima del hecho, confirmó el testigo protegido.
Tras el asalto, los hombre y la cajera se reunieron y repartieron el dinero, del cual, algunos recibieron $1,000 y la mujer se llevó la mejor parte para compartirla con su amigo detrás de las rejas.
El testimonio de la persona con régimen de protección de testigos permitió la captura de los sujetos y de la cajera, quienes enfrentan los delitos de robo agravado y privación de libertad y próximamente serán enjuiciados por el Tribunal 6° de Sentencia de San Salvador.