Uno de los terrenos pertenecientes al Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) con los que una sociedad llamada Lomas de Santa Elena S.A. de C.V. habría estafado a varias personas, hoy es propiedad de otra empresa de bienes raíces llamada Inversiones Valiosas S.A. de C.V., misma que está vinculada a la empresa semipública Alba Petróleos.
Lomas de Santa Elena salió a la luz pública el pasado 5 de abril cuando el inversionista internacional de nacionalidad alemana Axel Preuss-Kuhne, accionista de una de las principales productoras de condimentos de Europa, el director de exportaciones de PROESA, Carlos Federico Paredes; César Augusto Alvarado, viceministro de Vivienda en tiempos del presidente Francisco Flores, fueron giradas órdenes de captura por el delito de estafa, vinculados a dicha sociedad. Preuss Kuhne aún sigue prófugo de la justicia salvadoreña al haberse ausentado del país y cuya captura aún está pendiente.
De acuerdo con la acusación formal que los apoderados de Rosa Maribel Rivas de Ramírez, una de las personas supuestamente estafadas por la sociedad, ella compró más de veinte terrenos a Paredes Castillo, quien para el año 2006, cuando se dieron las negociaciones, se presentó como el apoderado legal de la empresa.
En ese entonces, según narró Rivas de Ramírez a sus abogados, ella se dio cuenta de que una empresa estaba lotificando terrenos en la zona norte de Santa Elena, cerca de la empresa Avianca, y se acercó a las oficinas de Lomas de Santa Elena, ubicada en una residencial del mismo nombre. Allí, Paredes le aseguró que los terrenos eran de su propiedad, pero que se los vendería por medio de la sociedad y le mostró los planos del proyecto a desarrollar.
Rivas de Ramírez, interesada en las tierras con vistas a ser más valiosas en un futuro cercano, compró dos terrenos inicialmente y luego compró otros más en diferentes ocasiones e incluso convenció a sus hijas de adquirir algunos hasta completar 21 lotes valorados en aproximadamente medio millón de dólares. En todas esas compras – menos en dos –, según consta en el expediente judicial del caso, Lomas de Santa Elena solamente le entregó promesas de ventas con fechas de expiración en los años 2007 y 2008. Algunos de estos contratos fueron firmados por el ex viceiministro de Vivienda Alvarado, quien actuó como apoderado especial de Lomas de Santa Elena, cuyo principal accionista y financista es el empresario de nacionalidad alemana Axel Preuss Kuhne.
Sin embargo, el tiempo pasó y Rivas de Ramírez no recibió las escrituras de los terrenos, puesto que los vendedores le habían asegurado que había “pequeños” inconvenientes con el papeleo.
Según los hechos narrados en el requerimiento, al cabo de cuatro años desde la primera compra, es decir en el 2010, la señora de Ramírez se encontró con otro inversionista conocido suyo que le comentó un problema: estaba tramitando la devolución de una inversión que había realizado en una empresa llamada Lomas de Santa Elena porque los terrenos que había negociado en realidad pertenecían al Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada.
Rivas de Ramírez volvió a buscar a los vendedores en las oficinas de Lomas de Santa Elena para exigir la devolución de su dinero, puesto que un allegado suyo le había advertido lo que en realidad sucedía: los terrenos no eran de Lomas sino del IPSFA.
Al llegar a las oficinas de Lomas de Santa Elena, la víctima exigió de inmediato la devolución de su dinero, algo a lo que Gustavo Roberto Munguía Cabrera, quien se había presentado como el vendedor de los terrenos – aunque las negociaciones se hacían con Paredes – le contestó con una negativa y le dijo que podía ir al IPSFA y que ahí le devolverían su dinero.
Sin embargo, al llegar a la institución castrense, la víctima recibió otra respuesta desfavorable: nosotros no le podemos responder a usted por los tratos que haya hecho con Lomas de Santa Elena. Acto seguido, Rivas de Ramírez interpuso una demanda. Tiempo después se daría cuenta que la de ella no era la única sino una más de las que se le acumulaban a la sociedad por hechos parecidos.
Alvarado y Paredes fueron capturados el pasado 4 de abril; sin embargo, luego de la audiencia inicial se les dieron medidas sustitutivas a la detención, mientras que Preuss Kuhne no se hizo presente.
Posterior a este proyecto, Lomas de Santa Elena desarrolló otros proyectos urbanísticos como la Residencial La Florida que ahora es administrada por Algasa S.A. de C.V., empresa de la cual Preuss Kuhe ha fungido años atrás como apoderado especial para comprar y vender terrenos.
Según la última credencial de la sociedad, presentada el 26 de febrero del 2015 con vigencia para cinco años, el director presidente y representante legal de la sociedad es el multimillonario Preuss Kuhne, el vicepresidente es Lidia Beatriz Rivas Padilla, mientras que el director secretario es Jorge Alfonso Rivas Ramírez.
El origen del emporio que no fue
La historia de Lomas de Santa Elena se remonta hasta el año 2004, pero para entenderla hay que iniciar por la época antes del año 2000, y comenzar con la historia de Óscar Leonel Zaldaña y su gran amistad con el inversionista multimillonario alemán Axel Preuss Kuhne.
Zaldaña, un salvadoreño en ese entonces residente en el sur de la Florida, era un microempresario que tenía un pequeño puesto de venta y reparación de muebles usados en una de las principales avenidas de San Salvador. Para finales de 2002, su suerte había cambiado trascendentalmente, y de un modesto taller pasó a tener una comercial de muebles importados, financiado por el inversionista alemán multimillonario Axel Preuss Kuhne, a quien Zaldaña había conocido en Miami por medio de una introducción hecha por un banquero suizo.
Zaldaña convenció a Preuss Kuhne de invertir millonarias sumas de su fortuna en una gran diversidad de proyectos en El Salvador, incluyendo el que fuese en su momento el pequeño negocio de venta de muebles usados que Zaldaña importaba a El Salvador desde los Estados Unidos para su reventa. Múltiples proyectos soñadores y ambiciosos planteados por Zaldaña fueron financiados abundantemente por Preuss Kuhne, a tal grado que Zaldaña se imaginaba un multimillonario al igual que su amigo e inversionista. Dos años después, Zaldaña no pudo dormir una noche entera pensando en qué color debía elegir para la tapicería de su nuevo avión privado en el que él se imaginaba que viajaría desde Miami a San Salvador todos los meses.
Sin duda, la suerte de Zaldaña desde un inicio tuvo el nombre y apellido de Axel Thomas Preuss-Kuhne.Preuss Kuhne es el heredero de una enorme fortuna procedente de la empresa de condimentos multinacional alemana Kühne International. Zaldaña, quien residía en Miami y en San Salvador, conoció a Preuss Kuhne en Miami por medio de un banquero suizo. Zaldaña habilidosamente logró atraer a Preuss Kuhne como inversionista para financiar múltiples negocios en El Salvador, incluyendo el de muebles usados y proyectos inmobiliarios, entre otros.
Zaldaña es descrito por quienes lo conocieron como un “encantador de serpientes”. Preuss-Khune es descrito por quienes lo conocen como un magnate, es decir, la presa perfecta para Zaldaña.
Dos años después de conocerse, Zaldaña convenció al alemán de que invirtiera algo de sus millones en El Salvador. Le dibujó un paraíso lleno de ganancias que multiplicaría su fortuna y la de él. El alemán, animado por la buena pinta de lo que su encantador le había prometido, viajó a El Salvador y comenzó a invertir.
Pero al cabo de un año, dos empresas en las que Preuss-Kuhne invirtió su dinero no parecían ir tan bien. Más Muebles S.A. de C.V. y Más Ropa S.A. de C.V. no dieron las ganancias que el alemán esperaba. Por ello, y ante la necesidad de no perder a su principal socio, Zaldaña le hizo una nueva propuesta a su compadre de negocios: bienes raíces.
Así fue como, en ese mismo año, Zaldaña juntó un grupo de socios y fundó cuatro empresas cuya principal finalidad era la compra y venta de inmuebles y el desarrollo de proyectos urbanísticos.
Lomas de Santa Elena, Altos de Santa Elena, Brisas de la Cima, y Jardines de Santa Elena fueron las cuatro sociedades anónimas de capital variable que el cónclave salvadoreño de Preuss-Kuhne fundó junto a Zaldaña y varios de sus familiares los días 2 de febrero la primera y 8, 24 y 26 de marzo del 2004, las tres siguientes.
En todas estas sociedades en que Zaldaña sería electo como director presidente en su primera Junta Directiva, tenían un común denominador: buscaban explotar tierras de la zona norte del en ese entonces poco desarrollado municipio de Nuevo Cuscatlán, en tierras contiguas a las zonas más valiosas de Santa Elena, de Antiguo Cuscatlán.
Aunque las cuatro empresas formaban parte de una misma estrategia, Lomas de Santa Elena fue fundada con un capital de 100 mil colones o su equivalente en dólares (poco más de $11 mil), por Zaldaña junto a Edith Susana Marroquín Hernández, Ana Lucía Villalta y Joseph Alexander Mac Cormack Pineda, este último actuando en nombre y representación de otra sociedad llamada Consultoría Mac Cormack S.A. de C.V., según consta en el acta de constitución almacenada en los anaqueles del Centro Nacional de Registros (CNR).
En ese mismo documento fue electa la primera junta directiva para un periodo de cinco años, cuyos puestos los ocupó Zaldaña como presidente, Preuss-Kuhne como vicepresidente y Mac Cormack como secretario presidente. Esta misma junta directiva fue calcada para las otras tres empresas.
La sociedad fue fundada con $11,428 de capital social en febrero del 2004 y para diciembre de ese mismo año ya tenía un activo fijo de $21 millones 800 mil 565 con 65 centavos de dólar, según los balances presentados al CNR. De estos millones de dólares, la mayoría estaban invertidos en dos compras de terrenos realizadas al Banco Salvadoreño y otros en una partida llamada “Terrenos Nuevo Cuscatlán”.
Estas compras, de acuerdo con los balances, se realizaron sin necesidad de hacer préstamos equivalentes, ya que según consta en ese documento, a esa fecha Lomas de Santa Elena solo tenía un préstamo por poco más de $4 millones.
Luego de iniciar las construcciones en los terrenos adquiridos, la sociedad ideada por Zaldaña y Preuss Kuhne parecía despegar, ya que comenzaron los gastos de construcción y urbanización en los terrenos adquiridos.
Sin embargo, a pesar de la millonaria inversión, en los dos primeros años de funcionamiento, Lomas de Santa Elena solo dejó apenas $10,000 en utilidades, según consta en los dos únicos balances presentados al CNR, ya que en adelante no volvieron a presentar.
El papel de César Alvarado comienza en el año 2006. Luego de salir de su periodo como viceministro de Vivienda, Alvarado es llamado por Zaldaña para convertirse en apoderado de su mayor proyecto, y por medio de un documento judicial le brinda un poder general-administrativo y especial sobre Lomas de Santa Elena para poder negociar terrenos a partir del 16 de enero del 2006.
Este poder le daba potestad a Alvarado para comercializar terrenos que para entonces la sociedad aún no había adquirido y solo los tenía comprometidos por medio de una promesa de venta.
De esta supuesta inversión millonaria en terrenos de Santa Elena, el primer grupo de terrenos que estaba en los planes de comercialización de la sociedad era denominado “Inmueble a comprar a Javier Francés”, propiedad entonces del empresario de agroindustrias Javier Francés Mathies. Este terreno era de una extensión total de 55,164 metros cuadrados.
El segundo inmueble sobre el que el ex viceministro adquirió potestad fue el denominado “Inmueble a comprar a Asociación Cooperativa de Producción Agropecuaria Cafetalera ´Florencia´ de RL”, mientras que el tercero se denominaba “Inmuebles a comprar al IPSFA”.
Para esta última intención de compra, el 10 de abril de 2006, casi tres meses después de que el ex viceministro César Alvarado se empoderó de Lomas de Santa Elena, el IPSFA firmó una promesa de venta con la sociedad bajo la condición de que esta primero urbanizara las tierras para incrementar su valor. La promesa de venta también establecía dos años para que el proyecto estuviera listo.
Según explican los abogados acusadores, Lomas de Santa Elena no logró urbanizar a tiempo los terrenos y por ello el IPSFA terminó cancelando el contrato; sin embargo, los abogados defensores señalan que fueron “otros” los motivos que llevaron a la institución del Estado a cancelar la compraventa e iniciar un nuevo proceso para lotificar sus terrenos.
De cómo llegó el terreno a una hipoteca de Alba Petróleos
El 17 de noviembre de 2010, dos años después de que se había vencido el plazo original acordado para que Lomas de Santa Elena urbanizara las tierras en promesa de venta con el IPSFA, esta institución decidió terminar el contrato.
Sin embargo, la sociedad había emitido promesas de venta y cobrado adelantos por algunas parcelas de los lotes que tenía prometidos de parte del IPSFA. Algunos clientes, como Rivas de Ramírez y sus hijas, ya habían hecho una buena inversión en las tierras sin recibir nada a cambio, por lo que vinieron las demandas.
Pero mientras el proceso continuó a paso lento, el IPSFA encontró un nuevo comprador para las tierras que habían sido prometidas a otras personas a través de Lomas de Santa Elena. Y en el año 2012, la institución castrense adquirió un nuevo contrato con Inversiones Valiosas (INVERVAL) S.A. de C.V.
Inverval es una sociedad que fue constituida el 29 de agosto del 2012 bajo la administración única de José Mauricio Cortéz Avelar, mismo que ha sido abogado del emporio Alba Petróleos y apoderado legal de varias empresas vinculadas.
A tres meses y medio de haber sido fundada, la empresa Inverval hizo una millonaria inversión en Antiguo Cuscatlán. Esto gracias a un préstamo de $16 millones que Alba Petróleos, la sociedad en la que también participa Cortez Avelar, le hizo en tres desembolsos.
De acuerdo con el Registro de la Propiedad, el terreno inscrito bajo la matrícula 30249369-00000, que según el expediente judicial es el mismo que estuvo sometido a promesa de venta con Lomas de Santa Elena, ahora pertenece a Inverval, al mismo tiempo que ha sido hipotecado favor de Alba Petróleos de El Salvador.
Una anotación en el registro de este terreno certifica que bajo la hipoteca de $16 millones hay una reunión de inmuebles que Inverval compró al IPSFA.
En coherencia a los datos del registro, el caso entre Lomas, las víctimas de la supuesta estafa y el IPSFA se han visto más complicados, según los acusadores, ya que una de las demandantes asegura que ya no solo quiere el más de medio millón que dio a la sociedad sino también el porcentaje que habría ganado con la inversión que realizó.
No obstante, en el expediente judicial hay una anotación que dice que “dichos terrenos ni siquiera están a nombre del IPSFA”.