Sandra Yanira Flores Chávez, una doctora en medicina general fue encontrada muerta junto a su novio, un pandillero del Barrio 18, a las orillas de un río, en el cantón El Campanario, del municipio de Tecoluca, San Vicente.
El hallazgo ocurrió este sábado cerca de las 9:00 de la noche, luego de que los familiares de la mujer la reportaran como desaparecida.
Policías de la zona informaron que la pareja vivía desde hace varios años en la residencial Brisas de la Paz, de Tecoluca, y a la fecha habían procreado un bebé.
La Policía Nacional Civil (PNC) confirmó que el pandillero, identificado como Marvin Ernesto Fuentes, alias “El Chino”, era un pandillero activo de la facción Revolucionarios del Barrio 18, y tenía un amplio historial delictivo de hurto, robo, extorsión, tenencia y portación de arma de fuego, y era el encargado de obrar las extorsiones en la zona de Zacatecoluca.
De acuerdo con las investigaciones, la doctora tenía una clínica en el cantón Las Isletas, en la calle a Costa del Sol, en el municipio de San Pedro Masahuat.
El Chino llegó en horas de la tarde al consultorio de Flores Chávez el día viernes 15 y salió con ella. Esa fue la última vez que los vieron con vida.
Ese mismo día, en horas de la noche, vecinos de la colonia Ernesto Barrera reportaron a la policía que un vehículo entró a la zona del río San Antonio, ubicado en el límite entre los departamentos de La Paz y San Vicente, en el sector conocido como “La Coyotera”.
Al siguiente día, los vecinos reportaron dos cuerpos sin vida abandonados en una quebrada. El de la mujer estaba desnudo, mientras que el de «El Chino» estaba vestido y con un tiro de gracia en la cabeza. Al llegar la policía, cerca de las 6:00 de la tarde, médicos forenses hacen el levantamiento y trasladan los cuerpos como no identificados.
El día 17, familiares de las víctimas hacen un reconocimiento y revelan que ambos eran compañeros de vida desde hace tres años y tenían un bebé de la misma edad.
Las autoridades señalaron que la hipótesis inicial del caso señala que el asesinato de la pareja se trata de una purga interna de la pandilla; es decir, un ataque contra «El Chino» que también cobró la vida de su esposa y dejó en la orfandad a su hijo de tres años.