El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Así asesinó el Barrio 18 a pandillero que desafió a cabecillas en Zacatecoluca

por Israel Serrano


La pandilla ordenó matar al joven por intentar revolucionar a sus compañeros contra los cabecillas de la 18.

Un pandillero de 17 años de edad se atrevió a retar a los cabecillas de la pandilla 18 para restarles poder en el territorio y tratar de apoderarse de una clica que operaba en Zacatecoluca.

Melvin Ezequiel Vásquez, alías “El Seco”, ingresó a la pandilla cuando tenía 14 años. Y en poco tiempo ganó reconocimiento dentro de esa estructura criminal al cometer asesinatos con lujo de barbarie, amedrentar a la población, extorsionar a los lugareños y lograr la incorporación de nuevos miembros.

Tras un operativo policial, los cabecillas de la 18 de la clica que opera en Zacatecoluca  fueron capturados y enviados a distintos centros penales del país, situación que “El Seco” consideró oportuna para influir en sus compañeros a quienes les solicitó rebelarse contra los mandos y sustituirlos para comenzar a operar por cuenta propia.

Los mensajes de rebelión del pandillero llegaron a los oídos de los palabreros, quienes inmediatamente ordenaron que debía ser asesinado, pero planearon una “muerte especial” para que el resto de miembros de la clica observaran qué les pasaba a  los que desobedecían las órdenes de la jerarquía pandilleril.

El 6 de marzo de 2013, uno de los pandilleros recibió una llamada de “Stone”, uno de los cabecillas de la 18 encarcelados, quien le solicitó al día siguiente convocara  a una reunión general al interior de un cañal cercano a la colonia Valle del Sol de Zacatecoluca.

La convocatoria fue girada para un aproximado de 30 pandilleros, entre los que incluía “El Seco”, en la cual supuestamente programarían algunos homicidios, extorsiones y otros ilícitos contra la población de dicho municipio o contra pandilleros contrarios.

Pero la reunión tenía un punto importante el asesinato de “El Seco” frente a sus compañeros, con el objetivo de que el resto aprendiera que la pandilla se respeta y que los cabecillas, aunque estén presos, siguen teniendo el control en las calles.

El homicidio sería cometido por tres pandilleros, quienes portarían una pistola calibre 3-57, un revólver calibre 38 y un fusil tipo UZI, y debían disparar simultáneamente contra la víctima. Los cabecillas seguirían el desarrollo de la reunión vía telefónica desde los centros penales en los que se encontraban.

Todos los miembros llegaron a las 5:00 de la mañana a la reunión en el cañal, pero “El Seco” no estaba ahí, por lo que los cabecillas pensaron que posiblemente había huido por alguna fuga de información y que alguien le había advertido que sería asesinado.

Sin embargo, los cabecillas ordenaron a otros pandilleros que lo fueran a buscar a la a su casa ubicada en  la lotificación El Espino de dicho municipio,  donde lo encontraron profundamente dormido en su cama, por lo que fue acribillado al interior de su habitación.

Este caso se encuentra siendo procesado en el Juzgado Especializado de Instrucción de San Salvador y los detalles fueron revelados por un pandillero que decidió colaborar con las autoridades a cambio no ser acusado por los homicidios cometidos o recibir una pena menor por los mismos.